Álvaro Pombo: “Estoy examinando mis creencias desde una perspectiva nueva”

El escritor y académico publica ‘Quédate con nosotros, Señor, porque atardece’

Álvaro Pombo, escritor y académico

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Novelista, poeta, académico, Álvaro Pombo (Santander, 1939) tiene tras de sí una larga trayectoria narrativa, que suma los premios Herralde, Planeta, Nadal o Nacional de la Crítica. Su vigésima novela, Quédate con nosotros, Señor, porque atardece (Destino), es anómala para el panorama literario español: aborda la experiencia de la fe, vista desde un ángulo particular: la vida monástica. En concreto, la de un pequeño convento en La Gorgoracha, en Granada, cerca de la Sierra de Lújar.

PREGUNTA.- “¿Cuándo empezaron a creer?”. La pregunta se la hace el narrador sobre los seis frailes trapenses que protagonizan su novela. ¿Cuándo empezó a creer usted?

RESPUESTA.- En mi caso, la respuesta es fácil. Empecé a creer de niño y creía las creencias que se creían en mi época. Pero con razón san Pablo establece una gradación en esas creencias, un antes y un después del “despertar del sueño” por obra de la fe sobrenatural. Yo siempre he declarado en público que estoy bautizado y que soy cristiano. Pero, como los monjes de mi novela, puedo decir que ahora estoy examinando mis creencias desde una perspectiva nueva, menos práctico-inerte, menos conceptual que estos años anteriores, con más viveza. Quédate con nosotros, Señor, porque atardece, libro de Álvaro Pombo, Destino

P.- ¿Por qué esta novela acerca de la experiencia de creer y la vida monástica?

R.- Es un elogio de la vida monástica en el sentido de que quizá haya que salirse de la corriente ordinaria de la vida para entrar en su corriente extraordinaria. Hay un elogio del recogimiento monástico por oposición a la alienación cotidiana en que más o menos vivimos todos, incluso los creyentes. Me consta que ha habido en este siglo, y en el anterior sobre todo, intentos de santificar la vida cotidiana, pero yo estoy ahora interesado en ese especial giro radical de los monjes sin ninguna intención restauradora o de repetir fórmulas pasadas: solo trato de comprender la vida monástica como se está viviendo hoy. Mi intención no es proponer un programa de vida espiritual, sino entender la radicalidad de la exigencia que sentirse lleno del Espíritu Santo puede tener en algunas vidas.

“La experiencia religiosa es poderosa

P.- “Y aquí entramos en el lado más enigmático de nuestra existencia: la relación con Dios”, escribe. ¿Esta novela ha sido una necesidad?

R.- Ciertamente, esta novela es en parte una reacción al laicismo light que nos rodea y que afecta también a muchas personas religiosas así llamadas. Gentes que politiquean y que han entrado en el juego de poder de nuestra sociedad enturbiada y confusa. Me parece que, a todo trance, hay que hacer ver que la fe cristiana y la experiencia religiosa es poderosa, singular y difícil de llevar a cabo. No es un juego político de poderes y contrapoderes. No es un enfrentamiento de moros y cristianos, cristianos contra cristianos, cristianos contra ateos. El laicismo actual es con frecuencia el refugio de un pensamiento perezoso y de una debilitada visión de lo que las religiones (con todo su peligro) representan en la vida humana.

P.- Es usted un escritor a contracorriente, ¿no?

R.- Quizá lo soy por esta preocupación por los asuntos religiosos y filosóficos. En España, a diferencia de Inglaterra o Francia, hay una especie de dejación de la teología y de la filosofía que produce unos escritos, para mi gusto, muy aburridos: un realismo ramplón. Pero, en fin, no me considero crítico literario ni estoy al tanto de lo que se hace ahora mismo. Sí es cierto que siempre he escrito lo que he creído necesario escribir y eso ha sido casi siempre a contracorriente.

jcrodriguez@vidanueva.es

Entrevista con Álvaro Pombo, íntegra solo para suscriptores

En el nº 2.852 de Vida Nueva

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