’15 años y un día’: tiempo ordinario

película 15 años y un día

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F. OTERO | Regresa Gracia Querejeta a los cines tras seis años de ausencia, un regreso que, desgraciadamente, se ha visto empañado por la muerte de su padre, Elías Querejeta, productor y cineasta, a quien homenajeaba en el filme. Y es que 15 años y un día es una película sobre un adolescente y su entorno; pero también sobre un hombre que se hace mayor.

En realidad, lo que propone la directora de Siete mesas de billar francés es una sucesión de vida ordinaria en el seno de una familia: la rebeldía, la resignación, el sufrimiento, el desprecio, el abandono, la muerte…, hechos todos muy reconocibles en nuestra sociedad de hoy, aunque la conjunción de todos al mismo tiempo hacen que la historia de Jon (Arón Piper), así como la de su madre Margo (Maribel Verdú) y su abuelo Max (Tito Valverde), deje de ser común para convertirse en especial y, a veces, un tanto dramática.

Jon es un joven normal, huérfano de padre, cuya adolescencia está siendo más conflictiva de lo habitual, ante la que Margo no sabe qué hacer. No es capaz de controlar unos desmanes –no va a clase, falta al respeto a sus profesores…– que desembocan en una expulsión del centro educativo al que asiste. Ante su incapacidad para enderezar el rumbo de Jon –está en un conflicto interior desde la muerte de su marido–, la madre decide enviarle a cientos de kilómetros, a la Costa de la Luz, para que el abuelo, un militar retirado y un hombre muy metódico, se haga cargo de él.

Comienza así una relación de contrastes, de idas y venidas, de conocimiento mutuo entre dos generaciones completamente diferentes, de dos modos de aproximarse a la vida; cada uno con sus miedos y sus aspiraciones. Un proceso en el que descubriremos la evolución de sus protagonistas y si puede darse el amor y el entendimiento entre un joven y su abuelo.película 15 años y un día

Y aunque la relación de ambos es la que vertebra la historia de Querejeta, no es la única. Son múltiples los vínculos de los protagonistas, como muchas son las situaciones en las que nos veremos reflejados. Quizá no todas, pero alguna seguro que sí.

En definitiva, 15 años y un día es una buena película, técnicamente bien hecha y con interpretaciones notables, de aquello que podría llamarse tiempo ordinario de la existencia, la vida misma. Una obra que alcanza un valor extra, sentimental diría, por estar dedicada a Elías Querejeta y porque ese “A mi padre” que cierra la película nos permite rendir homenaje al gran productor y director de cine. Al menos, así se vivió en unos pequeños cines de Madrid.

FICHA TÉCNICA:

TÍTULO ORIGINAL: 15 años y un día.

DIRECCIÓN: Gracia Querejeta.

GUIÓN: Gracia Querejeta, Antonio S. Mercero.

FOTOGRAFÍA: Juan Carlos Gómez.

PRODUCCIÓN: Gerardo Herrero, Mariela Besuievsky.

INTÉRPRETES: Tito Valverde, Maribel Verdú, Arón Piper, Belén López, Susi Sánchez, Boris Cucalón, Pau Poch, Sfía Mohamed.

En el nº 2.852 de Vida Nueva.

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