Ricardo Blázquez celebra los 25 años de su ordenación episcopal

Ricardo Blázquez en la celebración de su 25 aniversario como obispo, en la catedral de Valladolid 29 mayo 2013

Valladolid arropa a su arzobispo en una eucaristía multitudinaria

Ricardo Blázquez en la celebración de su 25 aniversario como obispo, en la catedral de Valladolid 29 mayo 2013

F. OTERO | El pasado 29 de mayo, el arzobispo de Valladolid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, vivió un día muy importante, el del 25º aniversario de su ordenación episcopal. Y lo celebró con una eucaristía en la catedral vallisoletana, repleta de laicos, religiosos y sacerdotes; también de numerosos obispos, entre ellos, el nuncio Renzo Fratini; el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela –quien le ordenó en Santiago de Compostela–; y el arzobispo emérito de Valladolid, José Delicado Baeza. Veinticinco años de servicio, primero en Santiago de Compostela como auxiliar, y luego como obispo en Palencia y Bilbao, hasta llegar a la capital de Castilla y León.

En la homilía mostró, sobre todo, agradecimiento a Dios y a aquellos que le han acompañado durante este cuarto de siglo. “Lo que emerge ante todo en mi vida, en este alto del camino, es la gratitud ha Dios, que se fió de mí y me confió el ministerio episcopal”, dijo.

En este sentido, dirigió un recuerdo especial a aquellas diócesis en las que a servido –a sus sacerdotes, religiosos, consagrados, laicos…– y añadió que en todas ellas se ha sentido muy integrado.

“El paso de una diócesis a otra ha sido como un trasplante; al principio se experimenta que se rompen raíces vivas, pero pronto he arraigado hondamente en el nuevo hábitat. Poco a poco se hace perfectamente compatible el recuerdo amoroso de las personas ya distantes y el amor de las personas del nuevo espacio eclesial y humano. Con el recorrido de las diversas estaciones vitales se hace acopio de numerosas experiencias enriquecedoras, ensanchándose el corazón a dimensiones amplias y de largo respiro. Nada se cancela ni desplaza; todo se integra en la unidad vital de pasado, presente y futuro. Concluyendo: Agradezco a Dios haber pasado por Santiago de Compostela, Palencia y Bilbao, y por estar ahora en Valladolid; a todos, en esta hora tan significativa para mí, manifiesto mi gratitud”, añadió.

A esta celebración también se quiso unir, aunque en la distancia, el papa Francisco, que envió a Blázquez una carta en la que agradece su amplio servicio pastoral y su contribución teológica. “Quiero participar en la común celebración y la pública acción de gracias por tu ministerio episcopal”, escribe el Papa.

En el nº 2.851 de Vida Nueva.

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