Libros

Alternativas de humanización


Un libro de José María Arnaiz (PPC, 2012). La recensión es de Aquilino Bocos Merino, cmf

Alternativas de humanización, libro de José María Arnaiz, PPC

Título: Alternativas de humanización. Más allá de la dualidad

Autor: José María Arnaiz

Editorial: PPC, 2012

Ciudad: Madrid

Páginas: 296

AQUILINO BOCOS MERINO, CMF | Este libro es fruto de una personal reflexión sobre la realidad actual, en la que todos anhelamos cambios satisfactorios y nos enredamos en tensiones, controversias y divisiones apoyadas en estériles dualismos. Al terminar de leer este libro de José María Arnaiz, experimenta uno la misma sensación que cuando se concluye una larga conversación con él. Transmite lo que ha vivido, lo que ha pensado y el deseo de que sigas tú enganchado en el tema que a él le preocupa.

En los libros importa lo que se dice, pero cobra otro valor cuando se sabe quién lo dice. Para quienes no conozcan de cerca al autor, diré que, más allá de los cargos ocupados al servicio de la Vida Consagrada dentro y fuera de su congregación marianista, es una persona profundamente humana, muy reflexiva, nunca conforme con lo que observa –porque es un fino observador– y un gran animador. Cuida los encuentros con los amigos, y en ellos revela cómo intenta dar calidad, hondura y extensión a cuanto siente y anhela. Su buena preparación filosófica, pedagógica y teológica le posibilita tener una mirada amplia sobre cuanto acontece. Al doctorarse en Antropología, surgieron en él un sinfín de inquietudes por los temas humanos, sociales y culturales.

Cree de verdad que otro mundo más humano y lleno de esperanza es posible. El entrañable amor a su congregación y su hondo deseo de hacer de la Iglesia la casa de todos y la escuela de la interrelación, el diálogo y la comunión, le obligan a estar inquieto, a abrir nuevos horizontes y a sugerir nuevas propuestas para renacer y transformar lo que encuentra. Así lo ha hecho siendo superior mayor y vicario general de los marianistas, secretario general de la USG y animador de muchos institutos religiosos en cursos, asambleas y capítulos generales. En estos últimos años, ha manifestado su fecunda faceta de escritor.

Al poco de publicarse La vía para el futuro de la humanidad, de Edgar Morin, tuvimos una larga conversación sobre este libro. Yo aún no lo conocía y me animó a leerlo. Después, el tema derivó hacia la necesidad de salir al paso de las alternativas que nos estaban desafiando y nos paralizaban. No mucho más tarde me dijo que se hallaba escribiendo el libro que el lector tiene en sus manos.

Para que nadie se pierda en la lectura, en una primera parte, el autor explica cómo de la bipolarización se llega a la alternativa creativa, que es meta y proceso. Formula y responde a estos interrogantes: ¿con qué ánimo se han escrito estas páginas? ¿En qué contexto? ¿Con qué fin? ¿En quién se ha pensado?

El ‘tertium datur’

Su exposición tiene un hilo conductor: más allá o más al fondo de la dualidad, se da el tertium datur. Ante los binomios, aparentemente contradictorios, pero que polarizan la atención y la entretienen haciéndola infecunda, se propone cultivar algo diverso y complexivo, algo más y algo nuevo.

No es cuestión de flexibilidad ni de componendas; no se trata de hacer síntesis ni de sumar posiciones, sino de acertar con “lo otro”, nuevo, provocativo y constructivo. La alternativa remite al origen, al trasfondo y al relanzamiento. Implica acción, pasión y nueva vida; misión, visión y caminar en esperanza; mística, profecía y compromiso.

En el tertium datur, que se hace alternativa, puede apreciarse el valor de la complementariedad-reciprocidad, del encuentro, del nuevo paradigma, de la creatividad y de la radicalidad vinculante. Un cristiano tiene una palabra que expresa muy bien lo que es esa otra nueva realidad: la Pascua. En Jesús se da el paso de la muerte a la vida, se abre el horizonte de plena esperanza, se produce la transformación y se inicia el camino de una nueva vida. De una vida superior.

Cualquier persona, creyente o no, está llamada a superar los dualismos que la envuelven y atosigan. La cultura, la política, la religión, la economía aspiran a tener modelos de liberación, de identificación, de humanización. No acaban de lograrlos. Hoy, por lo general, no son bien vistos los extremismos y las polarizaciones absolutistas. Somos más dados al claroscuro, a los tonos intermedios, a los grises, al sosiego del bienestar. Hemos pactado con la mediocridad, la irrelevancia, la rutina, la pasividad, la obviedad. Subrayar el tertium datur en las alternativas de humanización es toda una apelación para que el hombre se sitúe en lo mejor de sí mismo y hacerle dar el salto cualitativo de la superación.

Cuando se leen los ejemplos de alternativas creativas –que ocupan la mayoría de páginas– se puede apreciar que, lejos de promover el voluntarismo, se aboga por el discernimiento, la humildad, la opción por lo sencillo, la conversión a los dones que llevamos dentro, a dinamizar las relaciones en el intercambio y el diálogo, a abrir nuevas perspectivas, a moverse con confianza ante el futuro, a cultivar la espiritualidad. Lo deja más explícito en la quinta parte, donde se comentan los nutrientes del tertium datur, pensados desde el espacio: interior, subjetivo y espiritual; estético, poético y creativo; ético, del bien y de la transparencia; global, comunicativo, de nexo y de red; de horizonte, narrativo, ecológico e íntimo.

Entre la meta y el camino concentra la sabrosa reflexión final. Es cierto: a la humanidad no le hace bien la bipolaridad. Le desgasta y no le deja recorrer con paz el camino a seguir. Así no hay crecimiento, superación, felicidad. Las alternativas empujan a no quedarse a mitad de camino y apuntan hacia una vida nueva cargada de verdad, de bondad, de belleza, de sentido, de Dios. Los hombres del Espíritu son los que ofrecen mas valiosas alternativas.

Este libro, con sabor a antropología cristiana, que nada entre la cultura y la espiritualidad, puede ayudar a pedagogos, directivos, superiores, en el ámbito de la educación, de la empresa, de los grupos sociales, eclesiales y de Vida Consagrada. Ayuda a pensar y estimula a renacer y mejorar.

En el nº 2.850 de Vida Nueva.

Actualizado
30/05/2013 | 23:25
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