Adolfo Nicolás: “La pobreza es una prioridad para los jesuitas”

Adolfo Nicolás, padre general de la Compañía de Jesús, visita España mayo 2013

El padre general de la Compañía de Jesús visita España

Adolfo Nicolás, padre general de la Compañía de Jesús, visita España mayo 2013

Adolfo Nicolás: “La pobreza es una prioridad para los jesuitas” [extracto]

FRAN OTERO | Valladolid, Santiago de Compostela, Oviedo, Madrid y Alcalá de Henares. Estas han sido las paradas de la visita del padre general de los jesuitas, Adolfo Nicolás, en su visita a España (5-11 de mayo), en concreto a la Provincia SJ de Castilla, la única que le faltaba. Lugares que serán importantes, como referencias locales, en la futura y única provincia que tendrá la Compañía de Jesús en España.

Una visita cuyo centro fueron las personas –religiosos, voluntarios, jóvenes, profesores, escolares, formadores, enfermos…– y en la que dedicó sus intervenciones a cuestiones prioritarias –educación, fe y cultura, colaboración en la misión, liderazgo, labor social, compromiso por la justicia…–.

Del mismo modo, habló sobre la pobreza –al igual que al papa Francisco, en su elección le recordaron a los pobres–. Destacan, sobre otras palabras al respecto, las que pronunció en una entrevista que el Gabinete de Prensa de la Compañía de Jesús puso a disposición de los medios de comunicación: “Elegir a Cristo es elegir el camino de la pobreza y la humildad. En la Compañía, el tema de la pobreza sigue siendo central, y la prioridad de la pobreza jamás se ha puesto en tela de juicio”.

En la misma entrevista, que dio el pistoletazo de salida al recorrido de Adolfo Nicolás por España, habló de otra de las prioridades, la educación. “Seguirá siendo una prioridad muy fuerte en la Compañía. La cuestión es cómo mantener no solo la calidad académica, sino la calidad humana y espiritual de un proceso que transforma a la persona”.Adolfo Nicolás, padre general de la Compañía de Jesús, visita España mayo 2013

En su opinión, la gente “necesita crecer para poder contribuir a la sociedad. El que eso sea a través de un servicio a refugiados o a través de un colegio o de una parroquia es, en cierta manera, secundario al hecho de que hay un proceso de crecimiento. Si no hay proceso de crecimiento, algo fundamental de la espiritualidad ignaciana está fallando”.

Interesantes fueron sus palabras sobre la integración de las provincias jesuitas de España, pues, según afirmó, la reestructuración viene motivada “solamente por razones apostólicas”. “Se trata de mejorar y mantener una alta calidad en nuestros servicios apostólicos, sea educación, sea pastoral, sea trabajo social, sea lo que sea”.

Sobre la elección de Francisco

Sobre Francisco, también jesuita, dijo: “Fue una sorpresa inesperada (…). Una cuestión que creo que todos los jesuitas del mundo están mirando con atención es qué hace la espiritualidad de san Ignacio en un papa. Y creo que ya se están viendo signos, hay un despego de las cosas que se ve en algunas de sus afirmaciones”.

La visita comenzó oficialmente el día 5 de mayo con una eucaristía en la Iglesia del Corazón de Jesús, en Valladolid, en la que el padre general dejó, en su homilía, palabras hermosas. Por ejemplo: “Lo importante hoy día son las personas. El hacer el bien, el curar a quien está enfermo, el dar alivio a quien se siente solo, acompañar, sanar, dar fuerzas al que se siente débil, en otras palabras, ser humanos con nuestros compañeros”.

En otro momento, dijo: “Lo importante es qué tipo de personas somos, no qué visto o qué me pongo o qué moda sigo, sino cómo trato a los demás. No qué palabras uso, sino cómo trato a los demás, qué actitudes tengo. (…) ¿Qué es lo importante? ¿Qué es lo que nosotros podemos hacer para reducir el sufrimiento, la violencia, el mal, contribuir a un mundo donde haya un poco más de alegría y un poco más de esperanza? Esto se ha visto siempre como la tarea número uno de toda religión”.

En este sentido, en la Eucaristía del Encuentro de Directores y Superiores de la Provincia de Castilla, también en Valladolid, afirmó que “conversión, comunidad y hospitalidad van juntas. Es entrar en el ámbito del otro. Es entrar en el ámbito de la fe”.

Les dijo: “Hoy día, nos damos cuenta de que la única garantía de que nuestra obras, nuestros colegios, nuestras instituciones, conserven el espíritu original y continúen siendo una contribución a la sociedad en la que estamos es participar de la vida misma”.

En Santiago de Compostela habló del fracaso y del sufrimiento como oportunidades de crecimiento. “Quizá este es un tema que he repetido muchas veces, porque quizá en la Compañía no hemos aprendido a celebrar el fracaso. Solo celebramos los triunfos, las medallas, las promociones, etc. Pero no celebramos el servicio humilde de tantos que nunca van a triunfar, nunca van a publicar un libro, nunca le van a poner una medalla, pero han pasado toda su vida sirviendo”.

En La Coruña, habló sobre fe y cultura, intervención en la que apostó por la inculturación como modelo, pues “Dios está trabajando en esa persona antes de que nosotros nos relacionamos con ella”.

Al cierre de esta edición, Adolfo Nicolás visitaba Oviedo, antes de concluir su visita en Madrid y Alcalá de Henares.

En el nº 2.847 de Vida Nueva.

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