Juan Pablo II podría ser canonizado en octubre, y Óscar Romero beatificado
Abrazo emotivo con uno de los nuevos sacerdotes
EDITORIAL: Francisco y los domadores del Espíritu
Monseñor Romero, vía libre hacia los altares
ANTONIO PELAYO. ROMA | Cada día, una noticia, una frase, un gesto o una decisión de este Papa traspasa los umbrales de la prensa más o menos afín para ser acogida en medios de comunicación laicos sin sectarismos. Francisco, cuarenta días después de su elección, sigue recogiendo opiniones positivas sin necesidad de hacer cosas excepcionales.
El cuarto domingo de Pascua es conocido como “del Buen Pastor”. Y, de sus predecesores, Bergoglio ha adoptado la costumbre de ordenar sacerdotes ese día. Así, este 21 de abril, el Papa confirió la ordenación presbiteral a diez diáconos provenientes de diversos países y de diferentes seminarios romanos. La suya fue una homilía breve, que siguió las pautas del texto ritual previsto en la edición italiana del pontifical romano, aunque con adaptaciones propias, como esta que sigue: “Conscientes de haber sido elegidos entre los hombres para ocuparos de las cosas de Dios, ejerced con alegría y sincera caridad el sacerdocio de Cristo, únicamente atentos a complacer a Dios y no a vosotros mismos. Sois pastores, no funcionarios. Sois mediadores, no intermediarios”.
La Plaza de San Pedro registraba por cuarto domingo consecutivo un llenazo extraordinario (unas 100.000 personas) que, visto desde la ventana del despacho papal, tiene que resultar impresionante. De hecho, Francisco parecía complacido por esta presencia masiva: “Hay hoy muchos jóvenes en la plaza. Sois muchos, ¿no? Sí, veo que sois muchos. Quisiera preguntaros: ¿habéis oído alguna vez la voz del Señor que os llama a seguirle más de cerca? ¿La habéis oído?”. En ese momento, desde la plaza llegaron algunas tímidas respuestas y el Papa, llevándose la mano a la oreja, afirmó sonriendo: “No, no oigo”; lo que desencadenó un coro mucho más compacto de síes.
Animado por este diálogo con la plaza –novedad absoluta en la historia pontificia–, Bergoglio continuó: “Gracias, gracias por vuestros saludos, pero tenéis también que saludar a Jesús. Gritad fuerte: ‘Jesús, Jesús’”. Invitación a la que los jóvenes respondieron con un atronador “Jesús” que él recogió así: “Recordad, jóvenes, que hay que jugarse la vida, pero por los grandes ideales”.
Misa en la capilla de la Casa Santa Marta
“Homilías de Santa Marta”
Un nuevo elemento que ya hay que añadir al flujo habitual del magisterio papal ordinario son las “homilías de Santa Marta”. Bergoglio, de momento, sigue viviendo en la residencia donde, además de servir como residencia de los cardenales durante los cónclaves, moran oficiales de la Secretaría de Estado, nuncios, prelados jubilados y, ocasionalmente, obispos de paso por la Ciudad Eterna.
El Papa celebra todas las mañanas en la capilla de la casa unas misas a las que están asistiendo diversos grupos de empleados vaticanos, pero sus homilías rebasan ese ámbito doméstico. L’Osservatore Romano es, por ahora, el único medio que recoge lo que el Papa dice.
“No domestiquemos el Espíritu”, afirmó el martes 16. Y se preguntó luego si, “después de cincuenta años, hemos hecho todo lo que nos dijo el Espíritu Santo en el Concilio. No. Festejamos el aniversario casi como erigiendo un ‘monumento’ al Concilio, pero nos preocupamos, sobre todo, de que no nos cree problemas. No queremos cambiar. Es más: hay algunos que quisieran dar marcha atrás. Esto se llama ‘ser cabezones’; esto es querer domesticar el Espíritu, y significa ser ‘necios y lentos de corazón’”.
“Queremos domesticar el Espíritu –prosiguió–. Y esto no va porque Él es Dios y es Él el viento que va y viene, y nosotros no sabemos de dónde viene. Es la fuerza de Dios, es lo que nos consuela y nos da fuerzas para seguir adelante. Pero seguir adelante es lo que nos fastidia. La comodidad es más hermosa… Esta es también la tentación de hoy, como lo demuestra la experiencia de la recepción del Vaticano II”.
El Papa recibió a Rafael Correa, presidente de Ecuador, el 20 de abril
Dos días después, el jueves 18, celebrando la Eucaristía con los redactores del diario vaticano, afirmó que la ideología que falsifica el Evangelio es insidia a la Iglesia: “Cuando la ideología entra en la Iglesia, cuando entra la ideología en la inteligencia, no se entiende nada del Evangelio… Los ideólogos falsifican el Evangelio. Cualquier interpretación ideológica, venga de donde venga, de una parte o de otra, es una falsificación del Evangelio. Y estos ideólogos, como hemos visto en la historia de la Iglesia, acaban por ser intelectuales sin talento, eticistas sin bondad. Y no hablemos de la belleza, porque no entienden nada”. [EDITORIAL: Francisco y los domadores del Espíritu]
En cuanto a los de las audiencias generales de los miércoles, se nota que son discursos elaborados por su colaboradores y llegan menos a la gente; salvo cuando, como el miércoles 17, Bergoglio se aferra a una palabra y la enfatiza: “En nuestra vida nunca estamos solos. Tenemos a este abogado que nos espera y nos defiende”. “Jesús es nuestro abogado –casi gritó el Papa, abandonando su texto escrito–. Cuando uno es llamado por el juez o tiene una causa, lo primero que hace es llamar a un abogado para que lo defienda. Nosotros tenemos uno que nos defiende siempre: nos defiende de las insidias del diablo, nos defiende de nosotros mismos, de nuestros pecados. Es nuestro abogado, nos defiende siempre. No olvidéis esto”.
Por otro lado, el hecho de que en el comunicado que siguió al encuentro entre el Santo Padre y el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Ludwig Müller no hubiera alusión alguna al tema de los lefebvristas, fue considerado como la ratificación oficiosa de un impasse definitivo de las conversaciones entre la Santa Sede y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.
Por su parte, Bernard Fellay, su superior general, en una carta publicada el pasado mes de marzo, reafirmaba la imposibilidad de aceptar el famoso preámbulo doctrinal enviado por Roma como conditio sine qua non para readmitir a la Fraternidad en el seno de la Iglesia católica.
El extenso mensaje reproduce el análisis que hizo en su día –hace 50 años– el arzobispo Marcel Lefebvre y que, según ellos, ha resultado profético sobre los desastres que ha producido en la Iglesia el Concilio Vaticano II. Y de ahí no se mueven. A Roma no le queda otro recurso que sacar las oportunas conclusiones. [Los obispos lefebvristas, divididos entre sí]
Continúa la polémica en el IOR
Además, siguen circulando por los pasillos vaticanos los más variados rumores sobre el “grupo” de los cardenales –los ocho seleccionados para aconsejar al Papa en la reforma de la Curia–.
En concreto, los últimos comentarios hablan de un proyecto de reorganización de la Curia llevado a cabo por el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, que también se referiría al futuro del IOR (Instituto para las Obras de Religión).
En este sentido, el que fue durante dos años su director, el banquero Ettore Gotti Tedeschi, escribió en los días anteriores a su fulminante cese (el pasado 24 de mayo) un memorial que su secretaria tendría que entregar a cuatro personas “solo en caso de incidente de cualquier tipo”…
Il Corriere della Sera del 20 de abril publicaba un amplio extracto del documento en cuestión con sendas fotocopias del texto original. Sin entrar en detalles, el defenestrado banquero individualiza a quienes lo derrocaron: el cardenal Tarcisio Bertone (secretario de Estado), Ettore Balestrero (vicesecretario para las Relaciones con los Estados y nombrado nuncio en Colombia), Paolo Cipriani (director general del IOR) y su “cómplice” Marco Simeon, entre otros.
Para nadie es un secreto que este dossier es uno de los más delicados para el nuevo Papa y para el futuro secretario de Estado, porque resulta evidente que algo se tendrá que hacer para resanar un organismo vaticano que tantos quebraderos de cabeza ha causado.
Sobre Juan Pablo II y monseñor Romero
Finalmente, ha trascendido que Juan Pablo II podría ser canonizado este año, probablemente, el domingo 20 de octubre. La consulta médica de la Congregación para las Causas de los Santos ha considerado “inexplicable” la curación de una mujer la misma tarde la beatificación de Wojtyla (1 de mayo de 2011) y, por lo tanto, se ha verificado el último requisito necesario para su canonización.
Al mismo tiempo, Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, ha anunciado que el proceso de beatificación del arzobispo salvadoreño Óscar Romero (asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia de San Salvador) ha sido desbloqueado por decisión personal del papa Francisco.
Este ha considerado vanas las objeciones de “inoportunidad” de la beatificación expuestas en su día por algunos sectores del episcopado latinoamericano. [Monseñor Romero, vía libre hacia los altares]
- OPINIÓN: Libros, por Antonio Pelayo
En el nº 2.845 de Vida Nueva.
