Cáritas Bizkaia invita a “dar vida” a las casas vacías

Mario Iceta obispo de Bilbao y Carlos Bargos presidente Cáritas Bizkaia

En Madrid, se entrega la primera vivienda del programa para personas y familias especialmente vulnerables

Mario Iceta obispo de Bilbao y Carlos Bargos presidente Cáritas Bizkaia

El obispo Mario Iceta y Carlos Bargos

VICENTE L. GARCÍA. VITORIA | Ni la creatividad ni las iniciativas se agotan cuando de ayudar al prójimo se trata. Cáritas Bizkaia lanza una nueva campaña relacionada con el problema de la vivienda: propone ceder viviendas vacías para personas en situación de exclusión social.

Bajo el eslogan Ni casas sin personas ni personas sin casa, se desplegará una campaña que llegará a parroquias, comunidades religiosas y centros educativos, pero que pretende extenderse más allá de la comunidad cristiana de Vizcaya. Una campaña que presentaron públicamente, el pasado 11 de abril, el obispo de Bilbao, Mario Iceta, y el presidente de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos.

Como explica Unai Segura, coordinador de la campaña, los principales objetivos son los siguientes: “Ofrecer una vivienda digna a personas y familias en situación de exclusión social o riesgo grave de exclusión; proporcionar a esas familias un acompañamiento a través de un plan de inserción para que desarrollen capacidades y cualidades que faciliten su proceso de mejora en aspectos personales, relacionales, laborales y de alojamiento; y, finalmente, sensibilizar y denunciar ante la sociedad la actual situación de muchas familias para las que la vivienda se ha convertido en un factor de exclusión social”.

La situación, como en el resto de España, es delicada en el País Vasco, donde se superan anualmente las 1.100 ejecuciones hipotecarias. En el conjunto del Estado, se han producido unas 350.000 en los últimos cinco años.

Teniendo en cuenta el derecho a la vivienda recogido en la Constitución Española y en la Doctrina Social de la Iglesia, Cáritas Bizkaia puso en marcha en 2002 el programa Viviendas Puente, para acoger a personas o familias sin ingresos o con rentas inferiores a la RGI (Renta de Garantía de Ingresos).

En 2004 se hizo una acción significativa sobre la situación de la vivienda en Vizcaya que incluyó una campaña titulada ¿Quién tiene la llave? / Zeuk dozu Giltza? En 2012, 139 personas fueron acompañadas por Cáritas Bizkaia en este programa a través de sus proyectos: el citado Vivienda puente y Vivienda estable.

Para colaborar, Cáritas propone tres acciones concretas a la ciudadanía: poner las viviendas vacías a su disposición de forma gratuita o con un alquiler reducido para que la entidad las dedique a las personas más necesitadas que está atendiendo; aportar recursos económicos a través de donativos o haciéndose socios de Cáritas; y, por último, compartir el tiempo en una labor de voluntariado acompañando a las familias que están siendo atendidas.

entrega de la primera vivienda del programa de Cáritas Madrid

Entrega de la primera vivienda del programa de Cáritas Madrid

Entrega de casas en Madrid

Por otra parte, en Madrid, el pasado 16 de abril se entregó la primera vivienda para personas vulnerables dentro del Programa Social Vivienda Integradora para Familias, que Cáritas Madrid lleva a cabo, y por el que se pretende apoyar a familias y personas en situación de dificultad y necesidad de vivienda a través de un proceso de acompañamiento social que impulse su autonomía y la prestación de un alojamiento transitorio.

Julián Espejel fue el primer beneficiario de la primera vivienda de una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid.

Se trata de un proyecto, tal y como explica Cáritas Madrid en un comunicado, dirigido fundamentalmente a familias o personas que se encuentran en alguna de las siguientes situaciones: “Que estén afectadas por procesos de ejecución hipotecaria inminente, en trámite o ya finalizada, y que no se puedan acoger al Real Decreto-ley 27/2012 de 15 de noviembre o hayan dejado de estar sujetos a su protección; que hayan sufrido en los últimos cuatro años una reducción de su nivel de renta, teniendo que destinar al pago de su vivienda al menos el 35% del total de sus ingresos mensuales; y familias que transitoriamente residen en viviendas de integración social o en otros recursos residenciales destinados a colectivos especialmente vulnerables”.

En el nº 2.844 de Vida Nueva.

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