Enrique Eguía: “La prioridad de Francisco es pensar la Iglesia desde los pobres”

Obispo auxiliar de Buenos Aires y secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina

Enrique Eguía, obispo auxiliar Buenos Aires y secretario general Conferencia Episcopal Argentina

Entrevista con Enrique Eguía [extracto]

ÓSCAR R. ELIZALDE PRADA | Tan solo un par de horas después de que el mundo conociera que el argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa, la catedral de Buenos Aires, que hasta entonces presidía, se llenó a reventar. Uno de sus obispos auxiliares y secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina, Enrique Eguía Seguí, también compartía la emoción que la noticia generó en su país y en todo el continente. Y no es para menos. Lo conoce desde hace 18 años.

– ¿Cómo es el papa Francisco?

– Es profundamente pastor y, ante todo, un evangelizador. Eso quedó demostrado cuando fue presidente de la comisión de redacción del Documento de Aparecida. Bergoglio se refleja muy bien en Aparecida. Él tiene una prioridad por lo misionero, por la evangelización y por la cercanía. A veces se inventa palabras, como “projimidad”. Y, en realidad, siempre ha tenido gestos pastorales donde lo primero es el pueblo de Dios, sobre todo los que más sufren.

– ¿Recuerda alguno de estos gestos de “projimidad”?

– Los hay muy notables. En Jueves Santo siempre va a lavarle los pies a la gente en algún lugar de sufrimiento: cárceles, hospitales, villas [barrios pobres]… También el hecho de acompañar y estar muy cerca del cuidado y el fortalecimiento de la religiosidad popular. En este sentido, él siempre privilegió en Buenos Aires la ubicación de los sacerdotes en los barrios más pobres, y a partir de allí, pensar la archidiócesis.

“Es profundamente pastor y, ante todo,
un evangelizador. Eso quedó demostrado cuando fue
presidente de la comisión de redacción del ‘Documento de Aparecida’.
Bergoglio se refleja muy bien en Aparecida”.

– Estos gestos, ¿tienen algo que ver con el nombre que escogió?

– No hay duda de que al ponerse Francisco quiere dejar claro que tiene una prioridad: pensar a la Iglesia desde los más pobres. Y el hecho de que él provenga de América Latina, un continente con tantas desigualdades, el pensar a la Iglesia desde la periferia puede ser un gran aporte para la Iglesia universal.

– Teniendo en cuenta su experiencia en Buenos Aires, ¿cuáles podrían ser los temas privilegiados de su pontificado?

– La prioridad de la evangelización y de la pastoral, tal vez siguiendo la línea de Benedicto XVI y su preocupación por una cultura relativista. Creo que Bergoglio tiene una mirada muy similar, ya que representa a una Iglesia que entra en diálogo con el mundo y propone horizontes de sentido. Otro tema que puede ser muy importante es el diálogo interreligioso. En Buenos Aires ha tenido gestos muy interesantes, especialmente con el judaísmo y el islam, aunque también con otras religiones. Justamente, tenía un programa en televisión con un rabino, Abraham Skorka, quien hace poco recibió el doctorado honoris causa de la Universidad Católica de Argentina. Son experiencias que, seguramente, irá dimensionando a nivel universal.

– ¿Qué puede aportar Bergoglio de cara a la situación de la Iglesia hoy?

– Sin duda alguna, su fuerte experiencia pastoral, que podría llevar a la Iglesia a “pensarse desde la calle”. Bergoglio tiene una amplia intuición para estar cerca de los que más sufren. Por otra parte, su posición pastoral y evangelizadora podría favorecer una Iglesia transparente y honesta.

“Bergoglio puede aportar su fuerte experiencia pastoral,
que podría llevar a la Iglesia a “pensarse desde la calle”.
Tiene una amplia intuición para estar
cerca de los que más sufren”.

– Volvamos a la persona, ¿cómo es el Papa jesuita?

– Él lleva dentro su formación jesuítica, muy visible en su reflexión profunda y seria. También es un hombre de oración que, como buen jesuita, tiene el hábito del discernimiento del Espíritu. Eso está en su corazón y será otra de sus aportaciones.

– Finalmente, en el día a día, ¿es verdad que la gente lo podía saludar fácilmente en la calle?

– Ah, sí. Es un hombre muy sencillo. Muchas veces pasaba desapercibido y la gente no se daba cuenta que el que iba viajando a su lado, en el Subte [Metro], era el cardenal de Buenos Aires. Él llegaba a las parroquias en transporte público y a los lugares más lejanos por el Subte. Y a veces se presentaba como si nadie lo conociera: “Hola, soy Bergoglio, ¿está el párroco?”.

En el nº 2.841 de Vida Nueva.

 

NÚMERO ESPECIAL VIDA NUEVA: NUEVO PAPA

 

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