Papa Francisco: “Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres”

papa Francisco encuentro periodistas 16 marzo 2013

Ante los periodistas, el Pontífice aclara por qué eligió su nombre

papa Francisco encuentro periodistas 16 marzo 2013

El Pontífice, durante su audiencia con los periodistas

MARÍA GÓMEZ | Muy cordial y cercana ha sido la audiencia que esta mañana ha mantenido el papa Francisco con los cerca de 6.000 periodistas que estos días trabajan en Roma para seguir los acontecimientos del cónclave y elección del Pontífice. Ha aprovechado para contar cómo se le ocurrió ponerse el nombre de Francisco y ha deseado: “Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres”, arrancando el aplauso de los presentes.

El encuentro ha tenido lugar en el Aula Pablo VI, sala habitual de las audiencias de los miércoles, y comenzó a las 11:00 h. en punto. El arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, fue el encargado de saludarle y agradecerle a Francisco que quisiera reunirse con los medios de comunicación.

Sentado, con los papeles preparados y en italiano, Francisco ha agradecido, a su vez, la tarea de los informadores durante estas últimas semanas, desde el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI. “Habéis trabajado, ¿eh?”, bromeó, provocando un nuevo aplauso de los periodistas.

Para entender la particularidad de la Iglesia

El Papa ha valorado el trabajo de la prensa por acercar y dar claves para conocer los eventos. Con respecto a la actualidad de la Iglesia, ha reconocido que “tienen una característica particular: responden a una lógica que no es de categoría mundana, y por eso no es fácil comunicarla a un público vasto y diverso. La Iglesia, aunque es una institución humana, no tiene una naturaleza política, sino esencialmente espiritual. Es el pueblo de Dios, el santo pueblo de Dios, que camina al encuentro con Jesucristo”.

Y en este punto ha insistido: “Cristo es el centro, no es sucesor de Pedro. Cristo es el centro, la referencia fundamental, el corazón de la Iglesia. Sin Él, la Iglesia no existirá, como ha repetido muchas veces Benedicto XVI”.

Por eso anima a los profesionales a “conocer la motivación espiritual” y a prestar “una particular atención en la búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza“, pues “la Iglesia existe para comunicar esto. No estamos llamados a comunicar nuestras tesis, sino esta tríada de verdad, bondad y belleza”.

cardenal Jorge Mario Bergoglio lavatorio pies Viernes Santo 2008

El cardenal Bergoglio lava los pies en un albergue de drogodependientes en Viernes Santo de 2008

Francisco, el hombre de la pobreza

A continuación, y ya sin papeles, el Papa ha contado por qué ha escogido su nombre, y lo ha hecho con mucha espontaneidad.

“Durante la elección –ha empezado a narrar–, yo tenía a mi lado al arzobispo emérito de Sao Paulo y prefecto emérito de la Congregación para el Clero, Claudio Hummes, un gran amigo. Cuando la cosa se ponía peligrosa, él me confortaba… Y cuando salieron los dos tercios de los votos, los cardenales aplaudieron, porque ya había papa. Hummes me abrazó y me dijo: ‘No te olvides de los pobres’. Y aquello se me grabó”.

Tras un nuevo aplauso de los asistentes, el Pontífice continuaba: “En relación a los pobres, pensé en Francisco de Asís. Francisco, el hombres de la pobreza, de la paz, el hombre que ama todo lo creado…”. “¡Cómo me gustaría tener una Iglesia pobre y para los pobres!”, ha añadido con tranquilidad, mientras era vitoreado.

Y todavía siguió bromeando, con respecto al nombre: “Después algunos me han dicho que tenía que haber elegido otro nombre, como Adriano, que fue el reformador de la Iglesia. O Clemente, para ser Clemente XV y vengarme de Clemente XIV, que suprimió la Compañía de Jesús…”, rio el Papa fraile.

Tras su discurso, Bergoglio ha saludado uno por uno a los trabajadores de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Radio Vaticano, el Centro Televisivo Vaticano, L’Osservatore Romano, etc., así como a otros informadores y periodistas.

Para finalizar el acto, el Papa, ya de pie, sin papeles y en español, se dirigió de nuevo a los asistentes: “Os he dicho que os bendecía, pero sé que muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia católica o no son creyentes. De corazón, doy esta bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios”.

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