Conociendo a Bergoglio en sus palabras

cardenal Jorge Mario Bergoglio basílica de la Virgen de Luján 2008

Un repaso de las últimas homilías y discursos públicos del nuevo papa

cardenal Jorge Mario Bergoglio en 2005

El cardenal Bergoglio, en 2005

MIGUEL ÁNGEL MORENO | El papa Francisco tuvo una extensa actividad como arzobispo de Buenos Aires, puesto que ocupaba desde 1998. Entre sus mensajes destacan la preocupación por la situación política de su país, la corrupción, la trata de personas o las catástrofes humanas, como el accidente ferroviario de Once en febrero de 2012. También formó parte de polémicas frente al poder político y vivió junto a sus feligreses la crisis del ‘corralito’ en 2001.

Aunque por lo general ha tenido un perfil bajo, Jorge Bergoglio no se caracterizó por ser un arzobispo silente ante los asuntos públicos de la realidad de su diócesis bonaerense, ni de toda Argentina, de la que era cardenal primado.

En su último mensaje como arzobispo de Buenos Aires, emitido el 13 de febrero con motivo del inicio de la Cuaresma, criticaba el acostumbramiento a “la crónica negra de la sociedad contemporánea”, la violencia, la envidia, el “desprecio por los derechos de las personas y de los pueblos”. “Nuestros errores y pecados como Iglesia tampoco quedan fuera de este gran panorama”, escribió en aquella misiva.

Sensible ante los problemas sociales

Durante varios años celebró una misa anual por las víctimas de la trata y el tráfico de personas, organizada por grupos que luchan contra esta lacra en la capital argentina y sus alrededores. En la última de estas celebraciones, celebrada en la estación de Constitución (al sur de Buenos Aires) en septiembre de 2012, se preguntaba “¿Dónde está tu hermano?”, durante su homilía.

cardenal Jorge Mario Bergoglio basílica de la Virgen de Luján 2008

Bergoglio, en la basílica de la Virgen de Luján, en 2008

“¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿El que estás matando todos los días en el taller clandestino, en la red de prostitución, en las ranchadas (grupos) de los chicos que usás para mendicidad, para distribución de droga, para rapiña y para prostituirlos? ¿Dónde está tu hermano el que tiene que trabajar casi de escondidas de cartonero porque todavía no ha sido formalizado? (…) ¡Porque en esta ciudad [Buenos Aires] está instalado el sistema de trata de personas, ese crimen mafioso y aberrante!”, dijo en aquella ocasión.

Otro ejemplo de esta noción de la realidad se puede observar en agosto de 2012, en la celebración de la fiesta de San Cayetano, un santo al que se le pide pan y trabajo, cuando dijo “es verdad que el trabajo está duro, cuesta conseguirlo, y el pan está caro, el más barato como a siete pesos el kilo”, en referencia a los altos índices de inflación que sufren los argentinos.

También el pasado año, en una de las fechas tradicionales del calendario argentino, el 25 de mayo, fecha de constitución de la primera junta de los revolucionarios argentinos en su independencia de España, Bergoglio criticó la “mentira del poder como ideología única” y el “relativismo”. Y alertó contra una sociedad consumista en la que “los extremos débiles son descartados”.

Otra homilía significativa fue la pronunciada después del trágico accidente ferroviario de la estación de Once en Buenos Aires de febrero de 2012. Un mes después de la tragedia, en la que murieron 52 personas por la colisión de uno de los trenes que llegan del área metropolitana de Buenos Aires al centro de la ciudad, Bergoglio criticó a los “responsables irresponsables” y denunció el mal estado de los ferrocarriles porteños.

cardenal Jorge Mario Bergoglio y presidenta Cristina Fernández de Kirchner

Bergoglio con Cristina Fernández de Kirchner

“¡Casi la totalidad de ellos venían a ganarse el pan! ¡Dignamente! Que no nos acostumbremos, Padre, a que para ganarse el pan hay que viajar como ganado. Que no nos acostumbremos Padre a que en esta ciudad (Buenos Aires) no se llora nada, todo se arregla y todo se acomoda”, clamó.

Durante la etapa más dura del ‘corralito’ argentino, la crisis económica que en diciembre de 2001 llevó al impago de la deuda externa argentina, la devaluación de la moneda y la pérdida de sus ahorros de gran parte del país, Bergoglio reclamó “hacerse cargo de la esperanza” en la celebración de Nochebuena de ese año.

“Hoy en medio de esta oscuridad de los argentinos amanece una luz, que no es ni mengano, ni sultano, ni perengano: es Jesucristo. El único que da la esperanza que no defrauda”, dijo en aquella Nochebuena el hoy papa.

Declaraciones polémicas

Hay otros mensajes que no han estado exentos de polémica, especialmente en asuntos referentes a la doctrina de la Iglesia, como cuando Argentina aprobó el matrimonio homosexual, en julio de 2010. En aquel momento, Bergoglio criticó la medida muy duramente y pidió desde la Conferencia Episcopal Argentina un plebiscito sobre la medida. “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios”, dijo.

En 2004 se pronunció muy duramente contra una exposición del artista plástico argentino Lucio Ferrari en el Centro Cultural Recoleta de la capital porteña en el que se mostraban piezas como una titulada La Civilización Occidental y Cristiana en la que aparecía Cristo crucificado en un avión de combate.

Bergoglio calificó aquella muestra de “blasfemia” y en aquel momento pidió a sus feligreses un “acto de reparación y petición de perdón” con un día de ayuno y oración, convocado para el día 7 de diciembre de aquel año.

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