Benedicto XVI, un pastor para la Vida Religiosa

papa Benedicto XVI rodeado de religiosos y religiosas

Destaca su aliento y gratitud, así como la renovación de cargos en el dicasterio de los religiosos

papa Benedicto XVI rodeado de religiosos y religiosas

Benedicto XVI, un pastor para la Vida Religiosa [extracto]

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | A la hora de abordar la relación entre Benedicto XVI y la Vida Religiosa, conviene tener en cuenta un significativo gesto: una vez que Joseph Ratzinger ha dejado de ser Papa y tras expresar que permanecerá “oculto al mundo”, es sabido que, después de pasar una temporada en la residencia papal de Castel Gandolfo, se retirará definitivamente al convento de clausura Mater Ecclesiae, situado en los Jardines Vaticanos.

Aunque tendrá plena libertad para salir de él cuando quiera y no seguirá la disciplina interna de las monjas, respirará con hondura el estilo propio de la Vida Consagrada, en principio y por su propio deseo, hasta el final de sus días.

Si este medio siglo postconciliar ha tenido como uno de sus rasgos el que la relación entre la Vida Religiosa y la jerarquía eclesial no siempre ha sido todo lo armoniosa que hubiera cabido esperar, en estos casi ocho años de pontificado destaca un hecho no especialmente mediático, pero sí fuertemente conciliador: no ha habido grandes polémicas.

Así, para profundizar en la relación de Ratzinger con los religiosos y consagrados, lo mejor es acudir a los discursos de este Papa maestro y pastor, cuyos mensajes delicados esconden una gran fuerza en los pasajes que quiere destacar. En este sentido, dos alocuciones muestran con clarividencia su actitud.religiosas agradecen con pancarta al papa Benedicto XVI

Agradecimiento y aliento a los superiores y superioras generales

La primera la ofreció en el marco de una asamblea semestral con la Unión de Superiores Generales (USG) y la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), el 26 de noviembre de 2010.

Entonces, a los representantes de las principales congregaciones, el Papa les agradeció todo lo que hacen “en la Iglesia y con la Iglesia a favor de la evangelización del hombre”, incluso en circunstancias “arriesgadas” y “difíciles”. A la vez que hizo especial hincapié en que, sin “discernimiento”, “oración” y “reflexión”, la Vida Religiosa corre el riesgo de “acomodarse en los criterios de este mundo: el individualismo, el consumismo y el materialismo”. A continuación, les animó a no desfallecer en “la búsqueda común de medios que favorezcan la comunión, la mutua comunicación, el calor y la verdad en las relaciones recíprocas”.

Unas pocas palabras, sí, pero con mucho contenido: agradecimiento y ánimo mezclado con una advertencia sobre los peligros que pueden fomentar la pérdida de su esencia y sentido, así como una fuerte insistencia en la necesaria comunión, entre sus propios miembros y en relación con sus pastores.

Este interpelante tono, tan apropiado para los tiempos de crisis que afligen a todos los hombres, y que en el caso de los religiosos se manifiestan en una progresiva y marcada pérdida de vocaciones, sobre todo en el ámbito occidental, se percibió con una renovada fuerza en un discurso que, al final, ha acabado siendo uno de los últimos de este pontificado.

Signo de contradicción y testimonio de alegría

El pasado 2 de febrero, con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, Benedicto XVI se complació de que los religiosos y consagrados sean un “signo de contradicción” para el hombre contemporáneo, instalado “en la sociedad de la eficiencia y del éxito”.

directivas de la LCWR Pat Farrell y Janet Mock

Pat Farrell y Janet Mock, de la LCWR

Hoy, en que todo se mide por su valor material, la Vida Religiosa representa, como expresó el Papa en ese discurso, un valioso testimonio de presencia que, pese a ser “minoría”, acompaña “la debilidad de los pequeños” y a todos los que “no tienen voz”. Finalmente, Ratzinger les pidió mantener su “alegría”, anclada en su unión con Cristo, y desoír, así, “a los profetas de la desventura” que proclaman “el fin o la sinrazón” de la Vida Consagrada.

Religiosas estadounidenses

Más allá de los mensajes papales, a efectos prácticos, lo más significativo ha sido la intervención que desde la Congregación para la Doctrina de la Fe se ha impuesto este pasado agosto sobre la Conferencia de Superioras Mayores de los EE.UU. (LCWR), que representa al 95% de las 59.000 monjas del país.

Tras observar “problemas doctrinales serios” (principalmente, por expresar posturas particulares en torno a cuestiones como la homosexualidad o la ordenación sacerdotal de mujeres), desde el dicasterio vaticano se ha expresado el deseo de reorientar los estatutos, planes pastorales y programas de formación de la institución. Con esta acción se culmina un proceso iniciado en 2008, cuando ya se comunicó a la LCWR que, después de observar las actas de sus últimas asambleas, se emprendía una “evaluación doctrinal” de su actividad.

Este hecho ha coincidido en el tiempo con la visita apostólica organizada por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada a las religiosas estadounidenses de vida activa, de la que ya hay un informe en Roma. A falta de que se concrete la resolución definitiva en ambos casos, la LCWR, tras expresar inicialmente su discrepancia y malestar por la actuación vaticana, ha manifestado su predisposición a afrontar “un diálogo franco y sereno”.

Joao Braz de Aviz cardenal brasileño presidente dicasterio vaticano religiosos

El cardenal Joao Braz de Aviz

Renovación al frente del dicasterio

En cuanto a nombramientos relevantes, destaca la designación, en enero de 2011, de João Bráz de Aviz como prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

El purpurado brasileño, que fue elevado al cardenalato hace ahora un año, será uno de los electores en el cónclave. Aunque no es religioso, su designación fue muy bien recibida por las principales instituciones colegiadas de consagrados. En una entrevista en Vida Nueva, ensalzó cómo “hay una dimensión profunda de la profecía, de anunciar algo que se recibe como inspiración de Dios”, que es propia de la Vida Religiosa. Algo que, a veces, en consecuencia, provoca “una confrontación con la Iglesia”. Lo cual, a su juicio, no tiene por qué ser negativo: “El Espíritu Santo, que actúa en la Iglesia, actúa también en cada una de las personas. No se trata de una contradicción entre dos luces diferentes. Lo que sucede a veces es que hay dificultad de comunión”.

Al purpurado brasileño le ha acompañado en la tarea, aunque brevemente, el estadounidense Joseph Tobin, antiguo superior de los redentoristas y nombrado secretario de la congregación en agosto de 2010. El pasado octubre abandonó su cargo al ser designado nuevo obispo de Indianápolis. De él se ha destacado su trabajo de mediación en el conflicto con la LCWR.

En el nº 2.838 de Vida Nueva.

 

NÚMERO ESPECIAL VIDA NUEVA: BALANCE DE UN PONTIFICADO

 

ESPECIAL VidaNueva.es: BENEDICTO XVI RENUNCIA

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