Los obispos colombianos “creen” en el proceso de paz

presidente Colombia Juan Manuel Santos y cardenal Rubén Salazar febrero 2013

La 94ª Asamblea Plenaria del Episcopado rechazó todos los actos de muerte y violencia

presidente Colombia Juan Manuel Santos y cardenal Rubén Salazar febrero 2013

El presidente Santos y el cardenal Salazar en la CEC

ÓSCAR ELIZALDE. Foto: CEC | Uno de los frutos de la pasada Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia fue la manifestación unánime del apoyo de los obispos al diálogo entre representantes del Gobierno nacional y de la guerrilla de las FARC, en La Habana, para poner fin al conflicto en Colombia. Así se lo hicieron saber los prelados al presidente Juan Manuel Santos en el penúltimo día de Asamblea.

En su alocución, el cardenal Rubén Salazar Gómez, presidente de la CEC y arzobispo de Bogotá, alentó a un diálogo abierto que pueda “fortalecer el testimonio de los creyentes en medio de un mundo que camina en las tinieblas de la increencia y del sinsentido de la existencia, pero siempre ansioso y deseoso de encontrar los caminos de la justicia, la fraternidad y la paz”.

Frente a la reiterada inquietud sobre el papel de la Iglesia en los actuales diálogos –alimentada por el hecho de que el Episcopado pusiera en duda la actitud de las FARC, tras un atentado a principios de febrero; o después de que, días atrás, rechazara la invitación de la guerrilla para que enviara un representante a La Habana–, los prelados reafirmaron que “la Iglesia católica está dispuesta a colaborar en todo lo que conduzca a la paz”, destacando su convicción de que “el Evangelio es un mensaje que transforma el corazón del ser humano y pone las bases para todo lo que verdaderamente humaniza”.

Confianza en los avances

Los obispos destinaron una parte de su agenda al análisis del proceso de paz, al término del cual manifestaron su confianza frente a los avances y logros que se están llevando a cabo, al tiempo que rechazaron explícitamente los actos que atentan contra el derecho fundamental a la vida y a la dignidad (secuestros, asesinatos, masacres, crímenes ecológicos…). Hechos de los que no escapa ni la propia Iglesia, como recordó el diario El Tiempo en su editorial del 7 de febrero (“Sacerdotes en riesgo”).

Creer en el proceso de paz en una Asamblea dedicada al tema de la fe es, tal vez, la mejor muestra de la esperanza que la Iglesia está llamada a irradiar.

Para la Pascua, se anunció una peregrinación bajo la tutela de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, todo un signo de la importancia que tiene la oración en el camino hacia la paz.

En el nº 2.837 de Vida Nueva.

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