“Benedicto XVI ha hablado más fuerte que muchos de sus escritos”

papa Benedicto XVI con religiosas

Españoles en la Curia y los religiosos en Roma hablan del gesto del Papa

papa Benedicto XVI con religiosas

Españoles en Roma: “Benedicto XVI ha hablado más fuerte que muchos de sus escritos” [extracto]

DARÍO MENOR. ROMA | Humildad y valentía son los dos calificativos más usados por los españoles que trabajan en la Curia romana y por los superiores generales y representantes de la Vida Religiosa (VR) en Roma al analizar la renuncia de Benedicto XVI. Consultados por Vida Nueva, coinciden en señalar lo inesperado de un gesto que muestra sobre todo dos cosas: profundo amor a la Iglesia y desapego del poder.

“Es un hecho histórico que engrandece a la persona de Benedicto XVI”, comenta Lucio Ángel Vallejo Balda, secretario del la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede.

Melchor Sánchez de Toca, subsecretario del Pontificio Consejo de la Cultura, dice que la renuncia es “la decisión de un hombre de conciencia, que ha ponderado mucho su decisión ante Dios, en una terrible soledad y sin tener por encima nadie más a quien acudir sino solo Dios”. “Ante una decisión así, transida de duda y de fragilidad, que brota de las profundidades del santuario de su conciencia, yo, simplemente, me inclino”, asegura Sánchez de Toca.

Coincide al hablar de la soledad del Papa María Soledad Galerón, superiora general de las Misioneras Claretianas: “Me pregunto si hubiera renunciado si a su alrededor hubiera encontrado apoyo, acogida, colaboración, y cierto sentido de responsabilidad compartida, de fraternidad entre sus colaboradores”.

Creyentes y no creyentes, interpelados

Para Emili Turú, superior general de los Maristas, el gesto de Benedicto XVI “edifica”, muestra que no se “aferra a la poderosa imagen de Papa” y evidencia que toda persona tiene “su grandeza y sus límites”. Con su renuncia, el Pontífice “ha hablado más fuerte que muchos de sus escritos”, lo que debe hacer “reflexionar” a toda la Iglesia. “Su gesto ha suscitado admiración entre los creyentes, pero también muchas otras personas se han sentido interpeladas”, asegura Turú.

Josune Arregui, secretaria ejecutiva de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), destaca cuatro elementos de los casi ocho años de Ratzinger en el solio pontificio: su teología “clara, profunda, alentadora y vivencial”; la forma de afrontar con “verdad y sin encubrimientos” la patata caliente de los abusos sexuales; su apertura “a nuevas técnicas de comunicación” para llegar a todos aquellos que “buscan sentido a sus vidas aunque no sean creyentes”; y la “libertad” para “saber poner a tiempo un punto final” al pontificado.

Coincide en el fondo Miguel Miró, prior general de los Agustinos Recoletos, para quien los textos magisteriales de Benedicto XVI manifiestan “una profunda espiritualidad y el deseo de llegar al corazón del hombre de hoy”. En cuanto al gobierno, “destacaría la lucha contra la pederastia y su defensa de la justicia y de la paz”.

El carmelita descalzo Aniano Álvarez Suárez, director de la Pontificia Facultad Teológica Teresianum de Roma, subraya, por su parte, la “afirmación de los valores interiores del hombre”, el “reclamo a la vida espiritual” y “los brazos abiertos hacia dentro y hacia fuera de los confines de la Iglesia católica”.

Una de las iniciativas más señaladas de Benedicto XVI, en este sentido, ha sido el Atrio de los Gentiles. Sánchez de Toca, que conoce bien este proyecto pues ha sido su dicasterio el encargado de organizarlo, lo considera una manifestación de la “preocupación” del Pontífice “por los que no creen y, sin embargo, buscan a Dios, como a tientas”. Hay también quien, como Vallejo Balda, considera que es pronto para hacer valoraciones, aunque “dentro de unos años veremos lo importante que ha sido este pontificado”.

Aprecio de los religiosos

El obispo de Roma ha manifestado siempre un gran interés por la VR, como le reconocen las fuentes consultadas. Arregui asegura que ha tenido en cuenta “nuestra identidad eclesial” y recuerda una cita papal que sale al paso de las críticas que, en ocasiones, reciben los consagrados: “No os unáis a los profetas de desventuras que proclaman el final o la falta de sentido de la Vida Consagrada en la Iglesia de nuestros días”.

También rememora estas palabras dichas en la reciente Jornada de los consagrados Turú, para quien “ahora suenan a despedida”. Aquel día, Galerón tuvo la oportunidad de saludar personalmente al Papa. “Me conmovió verle especialmente frágil y su palabra ‘gracias’”, recuerda. Álvarez Suárez destaca, por su parte, el “profundísimo respeto” del Pontífice a los distintos carismas de la VR.

Sobre el sucesor

La inminente celebración del cónclave invita a imaginar cómo será el próximo Papa. Arregui desea que “sacuda a la Iglesia de esa imagen rígida y trasnochada” que aleja a muchos y que tenga la valentía para “abrir el diálogo sobre todos esos temas polémicos”. Miró, a quien le da igual de dónde venga, pide que sea “un hombre de fe” y un “buen comunicador”, ideas con las que coincide Melchor Sánchez de Toca, quien pide además que “sepa de la acción del Espíritu Santo no porque lo haya leído en algún libro, sino porque lo ha experimentado”.

Al superior general de los Maristas le gustaría que fuese un “hombre profundamente evangélico”, un “místico y un profeta”, mientras que la superiora de las Misioneras Claretianas “sueña” con un Papa que tenga “pobreza evangélica, sentido pastoral” y que haga de la Iglesia “un gran espacio de acogida donde todos puedan sentirse en casa”.

En el nº 2.836 Vida Nueva.

 

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