El papa Benedicto XVI dimitirá el próximo 28 de febrero

papa Benedicto XVI lee su renuncia dimisión

“Por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas”, confirma el Pontífice


M. GÓMEZ | En la mañana de hoy lunes 11 de febrero, el papa Benedicto XVI ha anunciado su renuncia al Pontificado, que será efectiva a partir del 28 de febrero. La noticia la ha dado a conocer el propio Papa durante el Consistorio ordinario público para algunas causas de canonización, la publicó la agencia italiana ANSA (y fue citada por todo el planeta) y fue confirmada hacia las 12:00 h. por portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. El pontífice, de 85 años, ha asegurado que esta decisión la toma “con total libertad y por falta de fuerzas”.

Un gran número de cardenales, entre otras autoridades, se encontraban entre los participantes del Consistorio ordinario público que estaba convocado para la mañana de hoy, para estudiar algunas causas de canonización de próximos nuevos santos. Fue aprovechando esa ocasión cuando Benedicto XVI se dirigió a los presentes –en latín– y les comunicó su decisión.

Las palabras exactas

Estas las palabras exactas pronunciadas por el Papa: “Os he convocado a este Consistorio, no solo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”.

“Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”.

“Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice”.

“Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”.

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