El Gobierno uruguayo controlará la fiscalidad de las Iglesias

Teatro Cine Plaza, en Uruguay, vendido a una Iglesia pentecostal

Revisará por ley el origen de sus fondos, tras la compra de grandes inmuebles por los pentecostales

Teatro Cine Plaza, en Uruguay, vendido a una Iglesia pentecostal

El Teatro Cine Plaza, que ha sido comprado por una Iglesia pentecostal

PILAR TEIJEIRO BOVE. MONTEVIDEO | La millonaria venta de un emblemático teatro de Montevideo a la Iglesia pentecostal Dios es Amor ha desatado una enorme polémica en Uruguay. Hasta el punto de que el Estado está postulando nuevas normas para supervisar el origen de los fondos que manejan las diferentes instituciones religiosas en el país, incluida la Iglesia católica.

El subdirector de Rentas de Uruguay, Álvaro Romano, confirmó que –de aprobarse– las nuevas exigencias incluirán la presentación de libros con los movimientos de fondos y la verificación sobre su origen para Iglesias y organizaciones no gubernamentales.

Y explicó que la nueva normativa solo buscará detectar movimientos irregulares de dinero y no afectará la disposición constitucional por la que los templos consagrados al culto religioso están exentos de impuestos. Hasta ahora, estas instituciones debían estar registradas, pero no se exigía que presentasen sus registros contables.

Aunque la Conferencia Episcopal de Uruguay aún no se ha reunido para evaluar el alcance de la medida, hasta el momento, los obispos no manifestaron preocupación ni efectuaron consultas a las autoridades impositivas. De aprobarse la normativa, las donaciones que recibe la Iglesia católica provenientes de organismos de cooperación internacional deberán documentarse y ser presentadas al fisco uruguayo.

Mientras tanto, algunos de los integrantes de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (AUDEC) –que todavía no analizó formalmente el tema– manifestaron a Vida Nueva que los controles son bienvenidos porque implican “más garantías” a sus actividades, aunque reconocen que demandará tiempo y trabajo presentar la documentación requerida. Las instituciones educativas en Uruguay, sean confesionales o laicas, están exoneradas de algunos impuestos nacionales como subvención por sus servicios.

Según adelantaron las autoridades de la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, la iniciativa legal abarcará a organizaciones que manejan grandes volúmenes de dinero, por lo que quedarán fuera de las nuevas exigencias las asociaciones civiles más pequeñas, aunque aún no se conocen las cantidades por debajo de las cuales no habrá exigencias.

Como explicó el responsable de la Secretaría, Carlos Díaz, “acá el gran problema es el lavado”. De ahí que el objetivo principal sea combatir los posibles casos de existencia de bienes opacos por parte de entidades que manejen grandes volúmenes de dinero.

“Nosotros vamos a respetar la libertad de culto, pero, a esta altura y con lo que ocurre en el mundo en materia de lavado de activos, es claro que hay que hacer una ley”, remachó, en declaraciones al diario local El País.

Varios interrogantes

Como informábamos, el anunciado proyecto gubernamental surgió tras la venta del Teatro Cine Plaza, un clásico edificio en el centro de Montevideo, a esa Iglesia pentecostal. La operación, estimada en unos cuatro millones de dólares, provocó la movilización de personalidades de la cultura y de ciudadanos comunes, que firmaron una petición para que las autoridades locales expropiaran el edificio y así se evitara la pérdida de un bien cultural a manos del grupo religioso.

Si bien el funcionario de Rentas confirmó que el dinero de la compra del teatro provino del exterior e ingresó en Uruguay por el sistema formal de la economía, mediante una transferencia bancaria, la venta generó varios interrogantes: el origen de las donaciones, su destino y las actividades de grupos religiosos como la Iglesia pentecostal Dios es Amor.

En la última década, ya fueron varias las salas de cine adquiridas en Uruguay por esa agrupación religiosa, y también se sabe que son millonarias las inversiones en el país de la Iglesia Universal del Reino de Dios, de origen brasileño. Finalmente, todo ese cúmulo de movimientos de dinero terminó motivando el anuncio del organismo especializado en lavado de activos de legislar para que las organizaciones sociales, incluida la Iglesia católica, rindan cuentas de los fondos que manejan.

Las nuevas Iglesias pentecostales, surgidas en los años 60, ingresaron con fuerza en Uruguay a partir de la década de los 90. Hoy tienen gran presencia mediática y han captado un público cada vez más masivo.

En el nº 2.835 de Vida Nueva.

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