Una asociación impulsa su restauración y la vuelta de las concepcionistas
Dos monjas de la comunidad visitan el claustro que esperan restaurar
JESÚS A. CAÑAS. CÁDIZ | Sor María Luz Suárez se define como “soñadora”, pero su modestia le impide considerarse una luchadora. Con el coraje que le insufla Dios, ella y su comunidad de concepcionistas se mantienen firmes en su causa. Se niegan a perder las riendas de su destino, como la fundadora de su orden, allá por el siglo XV, reivindicó el derecho de la nueva orden a regir su futuro.
Por suerte, en su gesta, la abadesa y sus cinco hermanas no están solas. Un grupo de laicos les acompaña. Monjas y seglares reman en la misma dirección: lograr la rehabilitación del Monasterio de Santa María de Cádiz, para que puedan volver al vetusto edificio del que se vieron obligadas a salir hace ya siete años.
Espiritualidad, patrimonio y devoción giran en torno al proyecto de la Asociación de Amigos del Monasterio de Santa María y de la comunidad de concepcionistas. El objetivo primordial es conseguir fondos que les permitan restaurar por fases el monasterio más antiguo de Cádiz (1527), importante aglutinador de la fe de un barrio al que da nombre el convento: Santa María; y bajo el amparo de la gran devoción de los gaditanos: el Nazareno. Una causa que, como telón de fondo, tiene la lucha de las monjas por que no se pierda otro cenobio en la ciudad.
“Cuando veo que se cierran tantos monasterios, pienso que, si en vez de compadecernos, cada uno pusiera lo poquito que pueda, no se cerraba ninguno”, reconoce la abadesa.
Su sueño tuvo eco cuando hace año y medio echó a andar la asociación. La colaboración de historiadores del arte, restauradores y arquitectos ha puesto en pie un proyecto integrador y puso fin a la soledad de las monjas en su lucha. Instituciones de distinto signo, color y competencias dejaron a las concepcionistas en la estacada. Ahora, el trabajo de estos laicos se centra en conseguir fondos y difundir la importancia del Monasterio de Santa María.
Hoja de ruta
En su corta andadura, la asociación ya ha conseguido aumentar su nómina de colaboradores, consolidar el convento ante un inminente colapso e incluso desarrollar las primeras fases de restauración. En la hoja de ruta, está ahora conseguir la intervención de una parte del edificio que permitirá el regreso de las monjas a su claustro y que, en un futuro, servirá de hospedería.
No es la única apertura hacia el barrio de Santa María. Las concepcionistas contemplan un museo “para difundir la historia y la cultura de la orden” y salas que hagan posible la interactividad con un barrio que echa de menos a sus monjas.
En el nº 2.834 de Vida Nueva.
