Cien años del P. Werenfried: “El hombre es mejor de lo que pensamos”

P. Werenfried y Madre Teresa de Calcuta

Dos gigantes de la caridad: Werenfried y la Madre Teresa de Calcuta

JAVIER MENÉNDEZ-ROS, director de AIN España | Es el año 1947. Centroeuropa se revuelve entre estertores de odio, miedo, hambre y muerte. Muchas han sido las películas que hasta nuestros días se han hecho sobre lo que sucedió no tan lejos de nuestras casas entre 1939 y 1945, pero muy poco se sabe de los sufrimientos posteriores.

Con la toma de Berlín, la II Guerra Mundial terminó tan solo para los vencedores, pero fueron muchos más los vencidos. No solo alemanes. También hubo derrotados polacos, belgas, holandeses, checos, bielorrusos, franceses… Hombres y mujeres que hasta entonces habían vivido heredando de sus padres el encargo de salir adelante para dárselo a sus hijos, y que vieron truncados sus anhelos y proyectos más sencillos cuando la guerra los fue devorando asesinados, o cuando la posguerra los mató de hambre o frío.

Esta película, la de la posguerra, no nos la ha contado nadie, pero también tuvo sus héroes. De uno de ellos, uno de los más grandes, estamos este año celebrando el centenario de su nacimiento.

No luchó durante la guerra. Su batalla cobró sentido como fraile en la posguerra. No fue un héroe en la toma de Normandía, ni defendió Stalingrado a temperaturas infernales sacudiendo de sus espaldas tanto odio como hielo. Él, nuestro héroe de carne y hueso, tuvo el arrojo de entregarse al Amor en medio de un mundo de odio y desconsuelo.

Estamos, como digo, en 1947, en la abadía belga de Tongerlo. Ante su puerta vagan sin rumbo cientos de personas a las que no les queda nada más que un penúltimo aliento. Los refugiados de Centroeuropa, sobre todo, son alemanes. Un joven fraile de la citada abadía, llamado Werenfried, coge al vuelo el llamamiento que el papa Pío XII ha hecho a sus superiores, para que, adentrándose en el epicentro de aquel horror, socorran a los sacerdotes que han quedado aislados sin ningún medio de supervivencia.

Cien años del P. Werenfried: “El hombre es mejor de lo que pensamos”, íntegro solo para suscriptores

En el nº 2.834 de Vida Nueva.

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