Concepción acoge el I Congreso Nacional de Jóvenes Católicos de Chile

obispo de Santiago de Chile Ricardo Ezzati en primer Congreso Jóvenes Católicos Chile

Un presente comprometido para un futuro esperanzador

obispo de Santiago de Chile Ricardo Ezzati en primer Congreso Jóvenes Católicos Chile

El arzobispo Ezzati dirigiéndose a los jóvenes durante el Congreso

ROBERTO URBINA A. SANTIAGO DE CHILE | Escenario: el atrio de la catedral de Concepción, en el centro-sur de Chile; protagonistas: más de mil jóvenes entusiastas; acto: Eucaristía de clausura del I Congreso Nacional de Jóvenes Católicos, celebrado del 23 al 27 de enero.

“Al escuchar el testimonio de ustedes, los pastores hemos sentido una profunda emoción, porque hemos podido tocar con nuestras manos y percibir con nuestra inteligencia y, especialmente, hemos podido sentir con nuestro espíritu que el Señor está presente en la Iglesia de los jóvenes, en la Iglesia que quiere a Jesucristo y que quiere hacer presente su mensaje”, dice en su homilía el presidente del Episcopado y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati.

A continuación, invita a los participantes a conjugar en sus vidas cinco verbos: conocer, amar, seguir y celebrar a Jesús, y servir a la comunidad.

Era la culminación de cuatro días intensos, variados, marcados por el encuentro fraterno de vivencias diversas aportadas por jóvenes provenientes de todo el país. “Cuánta experiencia de Espíritu Santo presente en la Iglesia en lo que han contado estos jóvenes, en lo que han dicho, en lo que han vivido. Realmente, el Espíritu Santo está actuando en la Iglesia y de manera muy particular en los jóvenes”, subrayó Ezzati.

Las palabras de bienvenida del arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, abrieron la cita: “Estamos aquí porque queremos cambiar el mundo, pero primero tenemos que cambiar nosotros. Por eso, este encuentro estará atravesado por la experiencia de la oración (…). Cómo no va ser maravilloso, como signo de esperanza, que tantas personas se reúnan bajo una misma fe y colocarnos delante de Él (…). Tenemos que analizar y ver a tantos hombres y mujeres que están sin trabajo y tantos que se sienten humillados por su condición social, por su etnia; tenemos que mirar también la mano paralizada de la sociedad, que no es capaz de generar una sociedad fraterna”.

Marcado por muchos momentos tranquilos de oración y de compartir fraterno, el Congreso también incluyó temas para la reflexión de los participantes en 60 grupos de trabajo. Roberto González, vicerrector académico de la Pontificia Universidad Católica, expuso en la primera sesión el tema Realidad juvenil en clave de muchedumbre; le siguió el panel Realidad juvenil en clave de discipulado misionero, que reunió a representantes de parroquias, colegios, movimientos y educación superior, liderados por el director de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil, padre Pablo Leiva; y luego La revitalización de la Pastoral Juvenil y de sus opciones, a cargo del obispo auxiliar de Santiago y presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil, Cristian Contreras.

Misión puerta a puerta

Una experiencia inédita fue la misión puerta a puerta, en cada una de las cuatro sedes, que incluyó la participación de los obispos presentes en el encuentro: Manuel Camilo Vial, de Temuco; Pedro Ossandón y el propio Contreras, auxiliares de Santiago; y el arzobispo Ezzati.

Durante dos horas, todos los jóvenes visitaron hogares en los sectores que les fueron asignados. No faltaron ocasiones en que ellos mismos se las ingeniaron para compartir una oración y la Palabra de Dios con personas que pintaban las rejas de sus casas, vendían verduras y frutas en una camioneta o, simplemente, descansaban en algún parque. En algunos casos, la visita de los misioneros permitió bendecir hogares, y la acogida de los dueños de casa se transformó en gratitud junto a un vaso de bebida.

Ossandón destacó tres aspectos fundamentales en la experiencia de fe de los jóvenes: Dios que viene a su encuentro, la comunidad donde hacer experiencia del mismo y el hecho de que “hemos sido creados para el servicio, porque hemos sido creados por el amor”.

“Por eso –dijo el prelado– lo que nos lleva a encontrarnos con Dios y, a través de Dios, con el Señor, con los hermanos, nos hace descubrir nuestra vocación en el mundo, y qué tipo de vida queremos tener y qué sociedad debemos construir”.

El documento final del Congreso servirá de base tanto a las Orientaciones para la Pastoral Juvenil en Chile como para consolidar las actividades de la Misión Juvenil en todo el país. Entusiasmo, optimismo y esperanza fueron los rasgos distintivos del ambiente con que los jóvenes empezaron a regresar a sus lugares de origen.

Como expresó Ezzati, estos jóvenes muestran un presente vivo, activo, comprometido, preñado de un futuro esperanzador.

En el nº 2.834 de Vida Nueva.

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