El crecimiento de Panamá olvida su “dimensión social”

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La Plenaria del Episcopado denuncia una idea de desarrollo preocupada solo por lo económico

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JOSÉ LUIS CELADA | En Panamá, “sigue predominando la visión de ‘desarrollo’ solo como crecimiento económico (…), olvidando la dimensión social y la redistribución de la riqueza. Durante varias administraciones, ha habido mayor preocupación por el crecimiento de los índices económicos, que por la construcción de la sociedad”.

Así de rotundos se muestran los obispos panameños, que, al término de su Asamblea Plenaria, han querido compartir con sus compatriotas sus reflexiones sobre la realidad nacional.

Un panorama actual salpicado de “luces y sombras”, porque, junto al crecimiento económico, las grandes obras de infraestructura o el aumento del empleo, lamentan la ausencia de diálogo, la pérdida de credibilidad, la falta de valores, la corrupción, la desconfianza en la justicia…

Consecuencia de todo ello, los prelados advierten “una creciente decepción social”, que se traduce en más estrés, agresividad, miedo, crispación política y “una pérdida del valor de la vida”.

Ante esta situación, los miembros del Episcopado apelan a la reconciliación nacional como uno de los grandes desafíos del país centroamericano. Un hecho que supone “la disposición para emprender conjuntamente acciones de convivencia pacífica”, a las que la Iglesia ha tratado de contribuir con su mediación, convencida de que “el diálogo es el camino para encontrar la salida a los conflictos”.

Más adelante, el comunicado episcopal habla del Pacto Ético Electoral que están llamados a firmar partidos políticos, dirigentes sociales, medios de comunicación, etc. de cara a los próximos comicios presidenciales de 2014, que “permitirá exigir la presentación de programas y planes de gobierno” para que sean “objeto de serenos debates”.

“Elegir a nuestros gobernantes –añaden los pastores– es un derecho precioso y, al mismo tiempo, un deber que hay que ejercer con toda seriedad”, por lo que llaman a la ciudadanía a una “participación responsable”.

Asimismo, recordando la carta pastoral sobre el tema educativo que dio a conocer en julio del pasado año, la Conferencia Episcopal Panameña (CEP) reivindica para la educación un lugar central en las propuestas y debates electorales, de tal modo que, “salvaguardándola de toda injerencia politiquera”, se convierta en un asunto de Estado. Porque “en ella –insiste– está la base de un futuro mejor, basado en la igualdad de oportunidades”.

Año Jubilar

En el transcurso de su primera Plenaria del año, la jerarquía católica se detuvo, además, en aspectos de la realidad eclesial, como la celebración del Año Jubilar por el quinto centenario de la evangelización y de la primera Diócesis en Tierra Firme (la actual Panamá), bajo el amparo de Santa María la Antigua.

e trata de “un tiempo de gracia” en el que, amén de obtener indulgencias plenarias en distintos templos del país, se ofrece la oportunidad de “renovar nuestra fe y afianzar nuestro compromiso cristiano”. Dos objetivos propios también del Año de la fe convocado por el Papa, durante el que los prelados animan a sus fieles a “profundizar en el Credo, el Catecismo de la Iglesia Católica y los documentos del Concilio Vaticano II”.

Toda la Asamblea episcopal estuvo presidida por el mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz y su defensa del “derecho a la vida en todas sus manifestaciones, desde el momento de la concepción”.

A la luz del mismo, y en esta línea, los obispos recogen en su comunicado final el compromiso de “continuar defendiendo la vida” y “estar atentos para denunciar aquellos actos que atentan contra ella, como los abortos, la manipulación genética, el tráfico y consumo de drogas, la violencia criminal y doméstica, así como los antivalores que no pocas veces encuentran eco en los medios masivos y alternativos de comunicación”.

Nueva directiva

Durante la Asamblea, la CEP dio la bienvenida a su nueva directiva para el período 2013-2016, que estará integrada por el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta (presidente); el obispo de Colón-Kuna Yala, Audilio Aguilar Aguilar (vicepresidente); el auxiliar de Panamá, Pablo Varela Server (secretario general); y el P. Ángel Acuña Montenegro (secretario adjunto).

Los participantes han querido también dar las gracias a Dios por el servicio prestado por el obispo de David, José Luis Lacunza, desde que en 2007 fuera elegido presidente, y por el P. Edgar Flores como secretario adjunto.

En el nº 2.833 de Vida Nueva.

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