VIDA NUEVA. Foto: DOMINICOS | José Luis Gago del Val, uno de los artífices de la Cadena COPE, falleció el pasado 22 de diciembre, a los 78 años de edad, en el hospital Río Ortega de Valladolid, después de una larga enfermedad que le fue detectada en 2008.
El mismo día de Nochebuena, la iglesia conventual de San Pablo, en la capital castellanoleonesa, de la Orden de los dominicos, a la que pertenecía el P. Gago, acogió su funeral.
Nacido en Palencia el 4 de julio de 1934, tomó el hábito dominicano en 1950 y fue ordenado sacerdote ocho años después. Durante ese tiempo se licenció en Teología, y en los años siguientes se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra.
De esa manera, a su primera vocación de sacerdote dominico, sumó una segunda, la del mundo de la radio y la comunicación. Sus andanzas en este medio comenzaron en Palencia, y después como director de Radio Popular en Pamplona y Valladolid. Entre 1981 y 1984, ya en Madrid, a donde llegó en 1975 para dedicarse a evangelizar a través de las ondas, fue director general de la Cadena COPE y su rostro adquirió también popularidad al dirigir el programa religioso Pueblo de Dios, en TVE, informa Europa Press.
Esta tarea periodística la compatibilizó con la docencia en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y con la escritura de libros, algunos de ellos de gran éxito editorial.
Igualmente, desempeñó diversos cargos relacionados con los medios de comunicación social, como el de consultor del entonces Secretariado Nacional de la Conferencia Episcopal Española de Medios de Comunicación Social. Precisamente desde esta comisión episcopal, su presidente, Joan Piris, obispo de Lleida, hizo llegar a su comunidad de dominicos un mensaje en el que, en nombre de todos los componentes de ese órgano episcopal, mostraba su “más sentido pésame” y glosaba la amplia tarea desarrollada por el P. Gago en ella.
“Recuerdo con gratitud especial su empeño en la dirección del programa Pueblo de Dios, que precisamente en estos días celebra su 30º aniversario. El Señor sabrá premiar como se merece la entrega y generosidad del querido P. Gago al servicio de la comunión y la comunicación de la Iglesia”.
Otro ¡Premio Bravo! como el mismo P. Gago, Carlos Herrera, le recordaba así en el diario ABC: “Si alguna vez hubiera necesitado describir la bondad de Dios, el mejor ejemplo habría sido su palabra. Tras algunos años arrastrando una irreversible enfermedad, ha colmado su gozo interior de verse las caras con Aquel al que tanto rezó sin haber tenido que descuidar sus labores mundanas, que muchas fueron y pulcramente realizadas. Hoy, desolados, somos muchos los que rezamos por ti, Pater Gago”.
Sus hermanos de comunidad en Valladolid han recordado igualmente que “en los altibajos de su enfermedad, nunca perdió la alegría y buen ánimo que le caracterizaba y, por supuesto, en ningún momento dejó de predicar a Dios en las ondas”.
En el nº 2.830 de Vida Nueva.
