MARÍA GÓMEZ | Imagine la siguiente situación: febrero de 2012. Un sacerdote, un religioso o religiosa, un catequista o una profesora de Religión. O usted mismo, si prefiere. Sentado ante su ordenador, entra en Internet y busca el Mensaje del Papa para la Cuaresma, porque tiene que preparar una homilía, una charla o una clase.
Lo más probable es que vaya a Google y teclee algo parecido a ‘mensaje cuaresma 2012’. El primer resultado que obtiene es una referencia de la web de Vida Nueva. Todavía hoy, a finales de diciembre, si repite esa búsqueda, nuestra web va a aparecer entre los primeros resultados.
No es una anécdota aislada; en los últimos meses hemos logrado posicionar otros artículos publicados en VidaNueva.es, y este ha sido uno de los hitos más relevantes para nosotros en 2012.
¿Enredos de periodistas? ¡No! Son muchos los factores necesarios para conseguir ese primer puesto en un buscador, pero solo hay una cosa en la mente del equipo que hacemos VidaNueva.es: ser significativos, darle al lector lo que está buscando, adelantarnos y cumplir con las necesidades que pueda tener con respecto a la información religiosa en el ámbito digital.
Hemos detectado el gran interés de los internautas por los mensajes, discursos y homilías, y hemos creado un espacio que va recopilando los principales textos del Papa, el Vaticano, la CEE o CONFER, y los presentamos para su lectura online o como archivos en PDF. Los datos han avalado la intuición: VidaNueva.es/Documentos está entre las diez páginas más demandadas de la web.
La otra nueva sección –implementada en 2012– que se ha colado en ese top ten es el Especial ‘La nueva evangelización’. El Sínodo de los Obispos y todo el caudal de informaciones relacionadas que ha traído consigo suscitaron un interés enorme por parte de los lectores, que han encontrado en la web un oportuno ‘contenedor informativo’.
Este, todavía activo (y por mucho tiempo), recoge todas las noticias, artículos de opinión, entrevistas y valiosos Pliegos publicados en papel. Como es nuestra política, solo quienes están suscritos tienen acceso a los contenidos íntegros. En el contexto actual, donde todos los medios de comunicación del planeta buscan cómo integrar sus negocios tradicional y digital, nosotros nos sumamos a los que apuestan por reservar el valor añadido al lector que está dispuesto a pagar por ello, en nuestro caso, los suscriptores. Los resultados están siendo aceptables.
Junto a ‘La nueva evangelización’ se lanzaron otros dos Especiales: ‘50º aniversario del Concilio Vaticano II’ y ‘Año de la fe’, que potenciaremos en los próximos meses.
Estrategia en redes sociales
Ha habido un último hito reseñable: las redes sociales. Un año y medio después de haber creado los perfiles oficiales en Facebook y en Twitter, contamos con más de 2.000 amigos, fans o seguidores con los que compartimos novedades a diario: los temas principales de la semana, las actualizaciones de la web, a veces la portada (¡antes que nadie!), algún concurso o un contacto con los redactores.
Estamos seguros de que pronto las cifras confirmarán que nuestra apuesta está en el buen camino: comunidades de hombres y mujeres de toda edad y procedencia, laicos, religiosos y sacerdotes con las mismas ganas de llevar vida-nueva a la Iglesia y a la sociedad.
Crecimiento sostenido
El próximo febrero, VidaNueva.es cumplirá cinco años, y hay una frase para resumir su trayectoria: crecimiento positivo y sostenido. Las visitas se han incrementado en más de un 126%; las páginas vistas, en un 90%; y los usuarios únicos, en casi un 133%.
Agotándose ya el mes de diciembre, nos detenemos y echamos la vista atrás para ver lo recorrido y coger aliento para lo que se aproxima: crecer en audiencia y en fidelidad apoyados en un criterio de calidad, exprimir las ideas que están funcionando y aprender nuevas herramientas y recursos, acometer –con la misma seriedad que hemos intentando mantener hasta ahora– la integración digital de las ediciones latinoamericanas de Vida Nueva y convertir la marca en ‘una palabra comprometida en la Iglesia… también en lo digital’.
En el nº 2.829 de Vida Nueva.
