Año nuevo, evangelización nueva

Carlos Amigo, cardenal arzobispo emérito de SevillaCARLOS AMIGO VALLEJO | Cardenal arzobispo emérito de Sevilla

“No es el mensaje lo que debe transformarse, sino el corazón del hombre, con una especie de revolución interior que le haga comprender el camino a seguir…”.

Que todo el mundo se dé cuenta de lo buenas personas que sois. Con palabras, más o menos parecidas, exhortaba san Pablo a los filipenses para que no guardaran en el desván todo lo que hay de verdadero, de noble y justo, de amable y virtuoso, sino que debían ponerlo a disposición de los demás.

En esta repetida llamada a una nueva evangelización, particularmente en este Año de la fe, el Papa quiere invitar a ofrecer, como cristianos, aquello que se nos ha dado y que no solamente tenemos que guardar con fidelidad, sino compartirlo con aquellos que uno se encuentre en el camino. Porque lo que has recibido es tuyo, pero no solo para ti.

La novedad que quiere Benedicto XVI es la de ese resplandor de la fe que se manifiesta en la alegría cristiana y que es razón de esperanza. Esa luz de la fe no es simplemente un fogonazo ocasional e intermitente, sino una actitud constante de sinceridad y firmeza, de convencimientos profundos, de saber que Dios está mucho más cerca de nosotros de lo que nosotros mismos pensamos.

Año nuevo y vida en la novedad de la continuidad, como decía el Santo Padre. Más allá del tiempo, Cristo está con su Iglesia. Los días pueden cambiar, el Evangelio es siempre nuevo, actual y no ha sufrido cambio alguno. No es el mensaje lo que debe transformarse, sino el corazón del hombre, con una especie de revolución interior que le haga saber y comprender el camino a seguir.

No cabe año nuevo con hombres envejecidos, sin confiar en la Palabra de Dios, sin esperanza en la realización del mandamiento nuevo, sin vivir convencidos de que Cristo ha resucitado y vive. El objetivo de la evangelización está, precisamente, en encontrar hombres nuevos en este sentido religioso. Unos fueron bautizados y olvidaron aquello que en la pila se le regalaba como gracia del Espíritu de Dios. Otros, sin olvidar, languidecieron y el ritualismo fue carcomiendo la viveza de la fe. Algunos no han conocido a Cristo, pero pueden ir sabiendo de tan Santa Persona a través del testimonio de los buenos cristianos.

Decía Benedicto XVI: “La nueva evangelización concierne toda la vida de la Iglesia. Ella se refiere, en primer lugar, a la pastoral ordinaria, que debe estar más animada por el fuego del Espíritu, para encender los corazones de los fieles que, regularmente, frecuentan la comunidad y que se reúnen en el día del Señor para nutrirse de su Palabra y del Pan de vida eterna” (Homilía. Clausura de la Asamblea del Sínodo, 28-10-2012).

En el nº 2.829 de Vida Nueva.

 

ESPECIAL LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

 

NÚMERO ESPECIAL NAVIDAD–FIN DE AÑO 2012

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