La historia de nuestra fe

Francisco Juan Martínez Rojas, delegado de Patrimonio Cultural de JaénFRANCISCO JUAN MARTÍNEZ ROJAS | Deán de la Catedral de Jaén y delegado diocesano de Patrimonio Cultural

“La ignorancia del propio pasado lleva a la crisis y a la pérdida de identidad…”.

En este Año de la fe, Benedicto XVI invita a la Iglesia a recorrer la historia de nuestra fe, que contempla el misterio insondable del entrecruzarse de la santidad y el pecado (Porta fidei 13). Se trata de un ejercicio necesario, ya que, como afirmaba el beato Juan Pablo II, no existe nada más inconsistente que hombres o grupos sin historia.

La ignorancia del propio pasado lleva a la crisis y a la pérdida de identidad.

Y, para recordar la identidad de la propia fe, servirán iniciativas como la divulgación de la historia de la diócesis, la actualización del santoral propio de cada Iglesia particular, la programación de recorridos culturales y religiosos por los lugares marcados por los testigos de la fe en cada diócesis, la divulgación de la vida de estos testigos y otras iniciativas que la creatividad pastoral idee.

De este modo, la mirada creyente sobre la historia de nuestra fe servirá para redescubrir hoy la riqueza de la experiencia de vida y de fe que la Iglesia ha ido acumulando en su bimilenaria historia. Si, como definió Cicerón, la historia es maestra de la vida, la historia de la Iglesia bien podrá definirse como maestra de la vida cristiana (Juan Pablo II).

O como escribió Pascal, la historia de la Iglesia debe ser propiamente llamada la historia de la verdad (Pensamientos, n. 658); una verdad que no es otra cosa sino la fe vivida con coherencia en la hondura de la realidad creada, en los pliegues del tiempo, en los entresijos de la historia.

En el nº 2.828 de Vida Nueva.

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