El Código de Derecho Canónico, una realidad viva

Gianfranco Ghirlanda rector de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma Congreso Comillas Código Derecho Canónico

La Universidad Pontificia Comillas organiza un congreso internacional en el 30º aniversario de su promulgación

Gianfranco Ghirlanda rector de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma Congreso Comillas Código Derecho Canónico

El jesuita G. Ghirlanda, en un momento del Congreso

El Código de Derecho Canónico, una realidad viva [extracto]

FRAN OTERO. Foto: UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS | El Código de Derecho Canónico cumplirá en 2013 treinta años. Una efeméride ante la que cabe hacer balance y proyectar algunas propuestas de futuro. Y así lo ha hecho la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia Comillas con el Congreso Internacional El Código de 1983: Balance y perspectivas a los 30 años de su promulgación, celebrado los días 12, 13 y 14 de diciembre en Madrid.

Una oportunidad, tal y como explica a Vida Nueva el vicedecano de la citada facultad y coordinador de este evento, José Luis Sánchez-Girón, para destacar la importancia del Derecho Canónico en la Iglesia: “Es importante para hacer que la Iglesia sea una comunidad, y para que sea visible y reconocible en cualquier parte del mundo. Recoge elementos que responden a cómo entendemos que Cristo concibió a su Iglesia; da constancia a sus acciones, a los sacramentos, a la rica variedad de iniciativas que hay en ella. Para un católico, cuanto más activo y comprometido sea su seguimiento de Cristo, más contacto tendrá con el Derecho Canónico. Nada es perfecto; el Derecho Canónico tampoco. Pero no es justa la idea de que genera problemas, pues está para ayudar a resolverlos y dar cauces de vida y acción en la Iglesia”.

Fue bien recibido el enfoque interdisciplinar con el que se programó el Congreso, así como el tratamiento de problemas urgentes como de cuestiones ya solucionadas. En definitiva, como ya dijo el rector de la Universidad que acogió el evento, Julio Martínez, se trata de “estar al tanto de los intereses de los demás (…) y aportar lucidez a la luz de la distancia”.

Lo manifestó de otro modo el decano de la Facultad de Derecho Canónico, Gabino Uríbarri: “Es una revisión de la legislación canónica para su mejor aplicación, pasar revista para detectar fortalezas y debilidades”.

Durante el Congreso se produjeron numerosas y cualificadas intervenciones, como las del presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, el cardenal Francesco Coccopalmerio, y del profesor José María Díaz Moreno.

Precisamente, la de Díaz Moreno fue una de las ponencias más interesantes. El canonista, profesor durante muchos años en la Universidad Pontificia de Comillas, expuso su experiencia, y vivencias, en torno a los dos códigos que ha tenido la Iglesia católica, el de 1917 y el de 1983, teniendo en cuenta también sus etapas de estudiante y docente.

Afirmó que en su etapa de formación fueron cuatro los aspectos que destacaron por encima de todo: “Un cierto ambiente de triunfalismo; un literalismo exegético; un casuismo jurídico; y la falta de una asignatura como justificación del Derecho Canónico”.

Tiempos de crisis

Tras esta etapa llegaría “la crisis de los años de profesor”, ya que la materia tuvo que afrontar varios conflictos, lo que provocó el retraso de su promulgación. En este contexto, Díaz Moreno reconoció que los canonistas “se han sentido un poco solos” en el posconcilio y en los problemas que se generaron, que, tal y como insistió, no fueron provocados por el Vaticano II.

Ya con la vista en el presente, valoró que cada vez sean más los laicos y mujeres los que se dediquen a esta materia, lamentó la desaparición del Derecho Canónico en los planes de estudio de Derecho, mostró su preocupación ante algunas actitudes restauracionistas y expresó la sensación de que en un futuro próximo el Derecho Canónico será menos occidental y mirará más a las Iglesias de Asia, África y América.

En definitiva, durante este Congreso Internacional ha quedado claro que el Código de 1983 es fundamental en la Iglesia, así como que es necesario conocerlo y analizarlo para que cumpla su misión. Y esto es lo que se ha hecho. “El Derecho es una realidad viva cuanto lo sea la comunidad en la que está vigente. Es muy importante conocerlo y revisarlo para pulsar cómo está respondiendo al servicio que tiene encomendado”, concluye Sánchez-Girón.

En el nº 2.828 de Vida Nueva.

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