Luis Miguel Alaminos: “Debemos identificar a los nuevos cautivos y salir a su encuentro”

Luis Miguel Alaminos ministro provincial trinitarios España-Sur

Ministro Provincial de los Trinitarios España-Sur

Luis Miguel Alaminos ministro provincial trinitarios España-Sur

FRAN OTERO | Este 17 de diciembre se inaugura en Roma el Año Jubilar Trinitario 2013, que se celebra con motivo del VII centenario de la muerte del fundador de la Orden Trinitaria, san Juan de Mata, y del IV centenario de la muerte de su reformador, san Juan Bautista de la Concepción. Un acontecimiento ante el que se presentan numerosos desafíos y que tendrá, como uno de los puntos álgidos, la celebración en Madrid del capítulo general de la orden.

– ¿Qué retos afronta la familia trinitaria en este Año Jubilar?

– Queremos hacer memoria de lo que representan nuestros santos fundador y reformador, y responder a los nuevos desafíos de la sociedad actual en torno a las nuevas cautividades y a las prioridades carismáticas de la orden. En este sentido, celebramos hace menos de un mes en Granada el Congreso Trinitario Internacional, en el que reavivamos nuestra opción por los cristianos perseguidos; perseguidos por su fe, por el compromiso evangélico con la justicia, y por la defensa de los Derechos Humanos.

– Como dice el lema de este año Jubilar, ‘Renovados en el espíritu de nuestros padres’, será también una oportunidad para la renovación, ¿no?

– Una renovación en las dimensiones esenciales de nuestra vida y que tiene que pasar por una viva espiritualidad como fuente de compromiso apostólico, por una fraternidad cada vez más intensa y por la revitalización de nuestra dimensión apostólica, viviéndola desde la misión compartida y desde las prioridades y acciones orientadas a responder con generosidad al carisma hoy.

“Una característica propia de nuestra orden es
entrar en los distintos ambientes e identificar
las nuevas pobrezas y cautividades
allí donde la propuesta del Evangelio
pueda ser motivo de esperanza”.

– ¿Tiene la orden alguna prioridad de cara al capítulo general de mayo?

– El capítulo general quiere afrontar, de manera prioritaria, dos campos concretos. La primera cuestión es la de la interculturalidad, pues la orden está floreciendo en África, Asia y América Latina. Y, en este sentido, consideramos que la riqueza vocacional que viene de estos lugares requiere de nosotros un análisis y una reflexión, así como el reconocimiento de que se trata de un don que debemos aprovechar y promover. Por otra parte, la orden se quiere plantear el acompañamiento y la formación de los jóvenes y laicos, así como la formación permanente de los religiosos para una vivencia más coherente y significativa del proyecto trinitario.

Fuerte impulso a la pastoral juvenil

– Hablando de jóvenes, una de las prioridades para la Iglesia: ¿cómo es su trabajo con ellos?

– Desde hace unos años, los trinitarios de España-Sur estamos dando un fuerte impulso a la pastoral juvenil, aprovechando los recursos humanos que tenemos en los colegios. Hay un movimiento importante de agentes de pastoral, de monitores, de alumnos… Procuramos que conozcan y que se identifiquen con el carisma trinitario. También estamos impulsando a nuestro laicado trinitario. Muchos jóvenes que se han iniciado con nosotros, están dando ya frutos con grupos de fe y con el compromiso en nuestras obras. Hay que reconocer, además, las responsabilidades que muchos jóvenes están asumiendo en la pastoral penitenciaria, en nuestras casas de acogida, en el Proyecto Hombre y también en nuestras iniciativas misioneras de cooperación y desarrollo y evangelización en el Tercer Mundo.

– ¿Y cómo practican ustedes la nueva evangelización?

– Una característica propia y peculiar de nuestra orden es la cercanía con el mundo que nos rodea: entrar en los distintos ambientes e identificar las nuevas pobrezas y cautividades, y allí donde la propuesta del Evangelio pueda ser motivo de esperanza.

– ¿Son los afectados por la crisis económica estos nuevos cautivos de los que hablaba?

– Tenemos la responsabilidad de detectar, según los signos de los tiempos, a los nuevos cautivos, y salir al encuentro de ellos. Hemos visto cómo se han incrementado los comedores sociales, la atención en las Cáritas y los gestos de solidaridad en los colegios… De una manera particular, en la Orden Trinitaria hemos dado un impulso muy especial a las casas de acogida para los presos, al acompañamiento de sus familias y al proceso de reinserción. Los trinitarios queremos aliviar el futuro de estas personas no solamente acogiendo, sino también acompañando.

En el nº 2.828 de Vida Nueva.

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