Respuestas y propuestas para la nueva evangelización

Antonio Pelayo, corresponsal Vida Nueva en Roma

El ITVR analiza en un simposio el recientemente celebrado Sínodo de Obispos

Antonio Pelayo, corresponsal Vida Nueva en Roma

Antonio Pelayo, en su intervención en el ITVR

F. OTERO. Foto: ITVR | Del pasado 30 de noviembre al 2 de diciembre, el Instituto Teológico de Vida Religiosa en Madrid (ITVR) acogió un simposio sobre Una evangelización nueva para la transmisión de la fe, con el objetivo de afrontar desafíos, dar respuestas y hacer, finalmente, propuestas. Todo ello, con la mirada puesta en el recientemente celebrado Sínodo de los Obispos para la Nueva Evangelización.

En el Sínodo –y también en este simposio– estuvieron el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.

El primero, que reflexionó sobre las urgencias y propuestas de la evangelización, dijo que experiencias como el Atrio de los Gentiles han cambiado la concepción de encarnación del mensaje. También afirmó, en referencia a la nueva evangelización en Europa, que es imprescindible avanzar en una nueva comprensión y concepción eclesiológica, más participativa y plural. Blázquez, por su parte, recalcó la importancia, en esta nueva evangelización, de la eclesiología de comunión, en la urgencia de aunar fuerzas y esfuerzos.

El Sínodo y la prensa

También sobre el Sínodo y de cómo trabajan los periodistas durante el mismo, habló en su intervención Antonio Pelayo, corresponsal de Vida Nueva en Roma. Tras una interesante reflexión, el sacerdote y periodista llegó a la conclusión de que el eco informativo que ha tenido el Sínodo en los medios “ha sido escaso, muy escaso, dramáticamente escaso”.

Del mismo modo, dejó dos opiniones a modo de propuesta. Por un lado, que “la metodología del Sínodo necesita una corrección amplia (…). Lo ha dicho el general de los jesuitas, el padre Adolfo Nicolás, y lo afirman sin tapujos, pero de forma privada, muchos de los padres que han asistido a esta o a otras asambleas sinodales”. Y por otro, que “se debería producir una revisión radical del sistema informativo. ¿Con qué modelo? Muy sencillo: el que estuvo vigente durante las cuatro sesiones del Vaticano II y que, en mi opinión, resultó eficaz y positivo”.

Durante este evento también hubo espacio para una conexión con Roma. Desde la Curia General de los Claretianos, el padre Josep M. Abella explicó cómo fue la participación de los superiores generales en el Sínodo y hasta qué punto se han tenido en cuenta sus aportaciones en las proposiciones que orientarán la exhortación apostólica de Benedicto XVI.

Otro superior general, en este caso el de La Salle, Álvaro R. Echevarría, centró su intervención en los jóvenes, de quienes dijo que son el lugar también para la nueva evangelización, y a los que hay que dejar que, con sus formas, frescura y libertad, encuentren su sitio en las estructuras eclesiales.

Las reflexiones se completaron con las ponencias del director de la revista Vida Religiosa, Luis A. Gonzalo Díez, de los profesores del ITRV, Pedro Belderrain y José Cristo Rey García Paredes, y del periodista y fundador de Zenit, Jesús Colina.

En el nº 2.827 de Vida Nueva.

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