Luis Antonio Tagle: “Cuando la fe se hace muy conceptual, algo se muere”

Luis Antonio Tagle cardenal arzobispo de Manilax

Cardenal Arzobispo de Manila

Luis Antonio Tagle cardenal arzobispo de Manilax

Entrevista con Luis Antonio Tagle [extracto]

DARÍO MENOR | En el consistorio del 24 de noviembre fue creado cardenal el filipino Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila. Con sus 55 años, Chito Tagle, como le llaman sus fieles, entre los que goza de una enorme popularidad, es uno de los miembros más jóvenes del Colegio Cardenalicio. Alaba la forma “cálida y social” de vivir la religión en Filipinas y advierte de que cuando la fe se hace “demasiado conceptual”, hay algo que “se pierde”.

– ¿Le supuso una sorpresa la decisión del Papa de crearle cardenal?

– Sí. Además, su decisión se anunció en mitad del Sínodo; nadie podía esperársela. Para mí es un orgullo y una muestra de reconocimiento en la Iglesia de Filipinas. Al mismo tiempo, me asusta un poco por la gran responsabilidad que significa. El Papa nos explicó que este consistorio es una continuación del que se celebró el pasado febrero. En este caso somos representantes de fuera de Europa y de fuera de la Curia romana. Venimos de zonas del mundo que antes eran terreno de misión, pero que hoy, sin embargo, envían sacerdotes a Europa y a Occidente. Esto ocurre hoy con Filipinas.

– ¿Qué puede aprender el resto de la Iglesia universal de Filipinas?

– Alrededor del 80% de los filipinos son católicos. Es un caso poco común en Asia. La Iglesia está muy presente en la sociedad. En Filipinas hay una fuerte religiosidad popular. La gente se siente muy unida a la religión católica y la tiene muy presente en todos los aspectos de su vida. Es una forma de vivir el catolicismo muy cálida y social. Cuando la fe se hace demasiado conceptual, se pierde algo, hay algo que muere. Llega un momento en que solo te entienden en un nivel intelectual muy alto, pero no la gente común. Esto no quiere decir que la religiosidad popular no tenga problemas. Quien vive el catolicismo de esta manera, necesita purificarse y reforzar su fe, pero tiene una buena disposición hacia ella.Luis Antonio Tagle cardenal arzobispo de Manilax

– En Europa, tal vez se haya olvidado esta forma de vivir la religiosidad…

– Sí, puede ser, he percibido esto aquí. No obstante, la experiencia de la fe en Europa es para nosotros muy valiosa. De Europa partió la evangelización que llegó hasta nuestras tierras. Pienso, no obstante, que el mundo occidental puede enriquecerse mucho de la experiencia de las Iglesias de América Latina, África y Asia. Se trata de Iglesias muy vivas. La religiosidad popular es un transmisor de la fe muy potente. En este sentido, la familia es importante. En Filipinas, el sentimiento de familia es aún fuerte.

– Precisamente, el Episcopado ha alertado de la amenaza que supone para la familia la posible aprobación de la ley del divorcio…

– Antes de nada hay que recordar que el divorcio no es solo un asunto legal. No es algo que los políticos pueden hacer o deshacer sin tener en cuenta la cultura del país donde viven. De ahí viene la causa de muchos choques con la política, tanto en Filipinas como en otros lugares. Aunque la mayor parte del Parlamento considera que es necesaria la aprobación del divorcio, mi opinión es que la mayoría de los filipinos no siente esta necesidad. No hay un clamor popular.

“En Filipinas, la Iglesia está muy presente
en la sociedad; la gente se siente
muy unida a la religión católica y la tiene
muy presente en todos los aspectos de su vida”.

– ¿Piensa que la imagen que ofrece la Iglesia universal en el mundo es demasiado europea?

– El cristianismo se expandió desde Europa. Cuando saltó desde Jerusalén hasta ese continente, comenzó su mayor crecimiento. De ahí, por medio de la evangelización, pasó a África, Asia y América. Pero no olvidemos que el cristianismo es universal, aunque a primera vista, para algunos, parezca que tiene un sabor europeo. Es parte de la historia. Si esta expansión inicial se hubiera dado en otro lugar, la situación sería distinta. Si, por ejemplo, hubiera sido en África, ahora diríamos que tiene un sabor más africano. En cualquier caso, la Iglesia está abierta a las distintas culturas, historias y nacionalidades. Siempre ha sido así, y ahora no es una excepción.

– Filipinas tiene uno de los niveles de creencia religiosa más altos del mundo. ¿A qué se debe?

– Aunque haya un alto número de creyentes en Filipinas, los practicantes no son tantos. La gente expresa su fe de distintas maneras. Hay quien va a misa y participa en la vida de las parroquias, pero hay otros que tal vez no participan en la Eucaristía el domingo, pero viven esa religiosidad popular de la que hablaba anteriormente. Están presentes en las procesiones y en otras manifestaciones de la fe, algunas incluso que no han sido organizadas oficialmente por la Iglesia. No podemos negar estas maneras diferentes de expresar la fe. La religiosidad, en cualquier caso, está muy presente en las mentes de los filipinos.

– ¿Está llegando la descristianización al país?

– La secularización está entrando a través de los medios de comunicación, de las películas, de las modas o de la emigración. Muchas personas dejan el país para trabajar en el extranjero y descubren el alto grado de secularización existente en otras naciones. No obstante, la secularización en Filipinas es más leve que en otras partes del mundo. De hecho, durante el Sínodo sobre la Nueva Evangelización, he descubierto que en mi país hay señales de secularización, pero no como en otros. En Filipinas parece que este fenómeno mantiene una actitud más respetuosa hacia la religión.

“Los filipinos que emigran se llevan con ellos
su forma de vivir la religión,
lo que provoca un enriquecimiento religioso
en los países adonde llegan”.

– Hay un dato significativo relacionado en parte con la religiosidad popular de la que habla: un 70% de las familias filipinas no tiene una Biblia en casa. ¿Qué hace el Episcopado para revertir esta situación?

– No sé si el dato es preciso, pero aun así podemos decir que la mayoría de las familias filipinas no tiene una Biblia en casa. Esto se explica en parte por razones históricas. Filipinas fue evangelizada en el siglo XVI, en la época de la Reforma, y durante bastante tiempo se vio la lectura de la Biblia como algo sospechoso. La situación ahora está cambiando. Los obispos, los sacerdotes, toda la Iglesia filipina está haciendo un esfuerzo para que los fieles conozcan más la Biblia y la lean. Existe una demanda entre los fieles para profundizar en sus conocimientos sobre el Evangelio. En este sentido, hemos puesto en marcha una iniciativa para distribuir cinco millones de ejemplares de la Biblia entre las familias, especialmente entre aquellas con menos recursos económicos. Además, también hay en marcha muchas iniciativas para dar a conocer los Evangelios. Yo mismo participo habitualmente en un programa de televisión en el que hablo sobre la Biblia.Luis Antonio Tagle cardenal arzobispo de Manilax

– Nueve millones de filipinos, alrededor del 9% de la población, ha emigrado al extranjero para trabajar. ¿Cómo está la Iglesia local respondiendo a este desafío pastoral?

– El fenómeno de la emigración es muy complejo y afecta a un porcentaje grande de la población. Hay que lamentar, primero, que en el país haya una falta de oportunidades que obliga a tantas personas a buscar su sustento fuera. Los filipinos que emigran se llevan con ellos su forma de vivir la religión, lo que provoca un enriquecimiento religioso en los países adonde llegan. En Europa, por ejemplo, muchas parroquias que estaban casi vacías son ahora utilizadas por los trabajadores filipinos, quienes les han dado una nueva vida. Lo mismo ocurre en los hospitales occidentales donde están empleadas enfermeras filipinas. No solo cuidan a los enfermos; también dan testimonio de su fe en su trabajo diario. El fenómeno de la emigración puede, por tanto, convertirse en una herramienta para la nueva evangelización y para el diálogo interreligioso. En nuestra diócesis estamos trabajando con las personas que piensan dejar el país para que mantengan su fe cuando estén en el extranjero.

– ¿Cómo valora el reciente acuerdo de paz firmado entre el Gobierno filipino y el Frente Moro de Liberación Islámica?

– Todos, cristianos y musulmanes, estamos muy alegres por el acuerdo. La gente estaba harta de los combates, existía una aspiración de lograr la paz por parte de todos. La Iglesia ha contribuido durante años al diálogo. Desde hace tiempo, algunos miembros de la Iglesia participaron en las negociaciones. Además, existen foros de diálogo abiertos entre líderes religiosos cristianos y musulmanes.

En el nº 2.826 de Vida Nueva.

 

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