Pastoral Obrera pide poner a la persona en el centro de la economía

VIDA NUEVA | Los delegados y secretarios diocesanos de Pastoral Obrera de 40 diócesis, junto con representantes de los Movimientos Apostólicos Obreros, reunidos en Ávila del 17 al 18 de noviembre, se han comprometido, en respuesta a la pregunta “cómo ser testigos de la fe para evangelizar el mundo obrero en las actuales circunstancias” de grave crisis, “a seguir denunciando los mecanismos perversos de esta economía que impiden que esté al servicio de las personas y de su dignidad”.

Por ello, reafirman su opción, de cara a la nueva evangelización, de “poner en el centro de la vida las necesidades de los más pobres”, y detectan como interpelaciones más urgentes que les hace el tiempo presente a la luz del Evangelio “liberar el trabajo de aquellas condiciones que no pocas veces lo transforman en un peso insoportable con una perspectiva incierta, amenazada a menudo por el desempleo, especialmente entre los jóvenes; poner a la persona en el centro del desarrollo económico; y pensar este mismo desarrollo como una ocasión de crecimiento de la humanidad en justicia y unidad”.

Tal y como señalan en el comunicado final de estas Jornadas Generales de Pastoral Obrera –que estuvieron presididas por el obispo de Ciudad Real y responsable de este departamento de la Conferencia Episcopal, Antonio Algora–, son plenamente conscientes de “cómo el desempleo creciente, la precariedad, las cambiantes condiciones de trabajo, el miedo y la incertidumbre, las condiciones de vida de las familias obreras, cada vez más difíciles, o los desahucios” afectan “a la propia vida familiar y cómo dificulta la propia vivencia de la fe y su transmisión”.

En el nº 2.825 de Vida Nueva.

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