Obispos paraguayos: “Nos preocupa la debilidad de nuestra evangelización”

obispos de Paraguay en rueda de prensa tras Asamblea Plenaria noviembre 2012

Reunidos en Asamblea, publican una pastoral para el Año de la fe sobre el país y su Iglesia

obispos de Paraguay en rueda de prensa tras Asamblea Plenaria noviembre 2012

Rueda de prensa de clausura de la Asamblea de la CEP

RICARDO MOSSO | En su más reciente carta pastoral, los obispos de Paraguay resaltaron la necesidad de superar “los obstáculos en la educación a la fe, tanto al interior como al exterior” de la Iglesia.

“Nos preocupa –asevera el texto, titulado El Año de la fe renueva a las familias y a la Iglesia– la debilidad de nuestra evangelización en la iniciación cristiana, debido a una catequesis superficial y muchas veces solo para la recepción de los sacramentos”.

El documento fue fruto de la 196ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), celebrada del 5 al 9 de noviembre en Asunción, en la que los prelados también aprobaron el programa de la fiesta de la Virgen de los Milagros de Caacupé para este año, una celebración muy importante para los católicos paraguayos que tendrá lugar el próximo 8 de diciembre.

En su pronunciamiento, los prelados no pierden la oportunidad de mencionar algunos males del momento presente, como “la corrupción, la injusticia y la impunidad en el mundo político, social y económico”, que “debilitan la fe y las ganas auténticas de trabajar por el Bien Común”. Esta vez los definen como “obstáculos externos” para el creyente, categoría en la que incluyen también la propagación de las sectas –“que abundan cada vez más y son un peligro por desviar la fe católica”– y la masonería.

A propósito de la sociedad actual, defienden que, “al no reconocer la divinidad de Jesucristo, ofrece engañosamente un atractivo de filosofía mezclada con una filantropía que contradice la fe cristiana”. Y, a renglón seguido, el documento advierte: “Ningún católico puede formar parte de la masonería”.

Al mismo tiempo, la carta recuerda que “el número de seminaristas no es suficiente aún y la falta de sacerdotes es alarmante para cubrir las necesidades del país y de lugares de primera evangelización”.

El mensaje episcopal hace hincapié también en que laicos, sacerdotes y religiosos vuelvan a “estudiar y considerar” los cuatro grandes documentos del Concilio Vaticano II (Dei Verbum, Gaudium et Spes, Lumen Gentium y Sacrosanctum Concilium), así como los cuatro aspectos principales del Catecismo de la Iglesia (Credo, Liturgia, Moral y Oración) y el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.

Misión Continental

Aun así, no todo es crítica en el texto episcopal. En el lado positivo, los pastores resaltan el “impacto espiritual impresionante” que la Misión Continental Permanente, con el programa misionero de visita casa por casa, está logrando “en las familias misioneras y en los sacerdotes”.

“En muchas comunidades –sigue el texto– se constatan algunas señales claras de que la evangelización está desarrollando una fe más madura e integral, como, por ejemplo, la iluminación cada vez más fuerte de la Sagrada Escritura, la atención esmerada a la Iniciación Cristiana mediante la catequesis familiar, la dedicación a la liturgia, el cuidado de los templos, el fomento de los grupos corales y litúrgicos, la pastoral social al servicio de los más pobres”.

También reivindican el papel de los jóvenes que trabajan en grupos y comunidades juveniles, “el protagonismo de las familias organizadas en la pastoral familiar, los movimientos laicales y las comunidades eclesiales de base que van renovando decididamente la vida cristiana en las parroquias y en las diócesis”.

El documento episcopal insta, asimismo, a todos los actores de la labor evangelizadora a saber “presentar imágenes evangelizadoras que realmente impacten, inspiren y alegren de una manera existencial, porque, gracias a Dios, nuestras tradiciones seculares están impregnadas por el Evangelio”. Dicho de otro modo, “la finalidad de la Nueva Evangelización es la transmisión de la fe con creatividad y audacia evangélica”.

Finalmente, los obispos recuerdan el “testimonio cercano de tantos misioneros” que trabajaron en Paraguay, entre los que destacan con “especial admiración a san Roque González de Santa Cruz y sus compañeros mártires”; y piden difundir “la vida ejemplar de Chiquitunga, del Pa’i Duarte Ortellado, monseñor Juan Sinforiano Bogarín, y de tantos otros grandes testigos de la fe en Cristo, repitiendo con insistencia la oración de los Apóstoles: ‘Señor, auméntanos la fe’”.

En el nº 2.825 de Vida Nueva.

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