Maite Uribe: “No podemos negarle el Evangelio a los jóvenes”

Directora general de la Institución Teresiana

Maite Uribe directora general de la Institución Teresiana

JOSÉ LORENZO. Fotos: LUIS MEDINA | La Institución Teresiana (IT), fundada por san Pedro Poveda en 1911, encara el futuro con memoria agradecida y compromiso renovado. Maite Uribe, su nueva directora general desde el pasado año, repasa los retos que ya les asoman por la esquina, desafíos para los que esta asociación laical parece, humana y espiritualmente, bien pertrechada.

– “De la memoria al compromiso” ha sido el lema de su recién celebrado primer centenario. ¿A que se compromete hoy la IT?

– A una mayor incidencia evangelizadora, realizada allí donde vivimos y trabajamos, incidencia que nace de una profunda experiencia del Dios de Jesucristo, del Dios encarnado. Nos pide también ser capaces de transformar la vida social, cultural, política, educativa… En la tradición teresiana, esto se hace en diálogo, articulando fuerzas, iniciativas… Se trata del bien común, no de protagonismos. En un mundo globalizado, la colaboración y la posibilidad de crear redes son de trascendental importancia para la transformación de la sociedad.

– Acaban de presentar el libro Otra educación es posible (Narcea). ¿Cuál sería la diferencia con el modelo imperante?

– La tradición educativa de la IT ha priorizado siempre la reflexión y el estudio como herramienta indispensable para comprender e intervenir en la realidad. Muchos de nuestros proyectos han apostado por la educación de niñas y mujeres, con el convencimiento de que “educar a una mujer es educar a un pueblo”. ¿Qué nos diferencia del modelo imperante? Queremos cultivar todas las dimensiones del ser humano, también la trascendente. La plenitud de lo humano está en Cristo. Este es un irrenunciable que nos lleva a discernir en cada apuesta formativa cómo y de qué manera hacerla presente.

El lenguaje de los hechos

– Sin embargo, las nuevas generaciones se alejan de esa trascendencia… ¿Qué hace la Iglesia ante este reto?

– Nos ha llamado a la conversión y ha convocado un Año de la fe, donde el Papa nos invita a confesar, celebrar, testimoniar con la vida. Es un reto para toda la Iglesia mostrar la belleza de la fe y la alegría de creer. Hacen falta no solo discursos, sino testigos, y es posible que los jóvenes entiendan mejor el lenguaje de los hechos que el de las palabras. No podemos negarles el Evangelio. Quizá durante algunos años se ha vivido la fe como algo privado, pero hoy somos más conscientes de que la fe tiene una palabra sobre la realidad social.

Entrevista con Maite Uribe, íntegra solo para suscriptores

En el nº 2.825 de Vida Nueva.

 

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