La CEE ha celebrado su 100ª Asamblea Plenaria

Asamblea Plenaria noviembre 2012 numero cien

El presidente, Rouco Varela, hace balance y dedica unas palabras a la crisis económica

Asamblea Plenaria noviembre 2012 numero cien

F. OTERO. Foto: CEE | El discurso que inauguró la 100ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), a cargo de su presidente, Antonio Mª Rouco Varela, destacó por ser balance de la trayectoria del órgano colegial de los obispos, por ser enumeración de algunas de las acciones programadas en el Plan Pastoral de la CEE y por tocar brevemente algunas cuestiones de actualidad: la crisis económica, el matrimonio homosexual o la unidad de España.

Lo más relevante, a los ojos de la sociedad y de los medios de comunicación social, fueron las palabras que el también cardenal arzobispo de Madrid dedicó a la situación económica que vive España, en línea con la declaración publicada por la Comisión Permanente de la CEE, Ante la crisis, solidaridad.

Afirmó: “Es una crisis global y extensiva que no parece tocar fondo. (…) En la declaración se señalan los aspectos más acuciantes y dolorosos en los que se manifiesta la crisis: el desempleo de tantos, el debilitamiento de la conciencia de unidad y de solidaridad entre todos los españoles; los dramas que sufren tantas familias, en particular las que se ven expulsadas de sus casas por el desahucio”.

En este sentido, el purpurado reclamó, como la Permanente en su momento, que los costes de la crisis no caigan sobre los más débiles, con especial atención a los inmigrantes; que se preserve el bien de la unidad, al mismo tiempo que el de la rica diversidad de los pueblos de España; y que se busquen “con urgencia” soluciones a los desahucios.

Otra de las cuestiones que reiteró Rouco Varela fue la posición de la Iglesia ante el matrimonio y, sobre todo, ante el reciente fallo del Tribunal Constitucional sobre las uniones entre personas del mismo sexo.

“La actual legislación sobre el matrimonio es gravemente injusta, porque no reconoce netamente la institución del matrimonio en su especificidad, y no protege el derecho de los contrayentes a ser reconocidos en el ordenamiento jurídico como esposo y esposa; ni garantiza el derecho de los niños y de los jóvenes a ser educados como esposos y esposas del futuro, ni el derecho de los niños a disfrutar de un padre y de una madre en el seno de una familia estable. No son leyes justas las que no reconocen ni protegen estos derechos tan básicos sin restricción alguna. Por eso, es urgente la reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio”.

Nueva evangelización

También se refirió al Sínodo que sobre la nueva evangelización se celebró recientemente en Roma y expuso las tres líneas pastorales que han surgido de este acontecimiento: los sacramentos de la iniciación cristiana, la misión ad gentes y la atención a los bautizados que se han alejado de la Iglesia.

Al hilo de la 100ª Asamblea Plenaria de la CEE, Rouco Varela recalcó la importancia de la colegialidad de los obispos en la actualidad. “Sabemos que el mundo tan interconectado en el que vivimos exige de modo cada vez más apremiante que ejerzamos nuestro ministerio en estrecha colaboración unos con otros, estudiando juntos los problemas comunes, que a todos nos afectan, y buscando vías conjuntas de solución para ellos, así como buscando unidos el modo mejor de responder a nuestra misión apostólica en las circunstancias de hoy”.

Tras hacer un repaso por las principales contribuciones de la CEE –sobre todo en documentos–, afirmó que el papel jugado por este organismo “ha sido de una decisiva y beneficiosa importancia para la Iglesia misma y para su acción evangelizadora”.

En el nº 2.825 de Vida Nueva.

 

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