Editorial

Religiosos españoles, un testimonio vivo y esperanzador

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EDITORIAL VIDA NUEVA | La CONFER acaba de celebrar su 19ª Asamblea General bajo el lema ¿Cómo creerán si no son evangelizados?, un tema que entronca con el Año de la fe y el proceso de reflexión que, entorno a la nueva evangelización, se está desarrollando en la Iglesia. Y, en este contexto, se ha reflexionado sobre cómo anunciar a Jesucristo hoy y sobre las aportaciones de la Vida Religiosa (VR) a esta nueva evangelización, también con talleres sobre aspectos concretos.

Fecundos fueron los trabajos de los superiores y superioras mayores en esta asamblea, un trabajo que la Iglesia, desde los pastores hasta los laicos, deben tener muy en cuenta. Hay que escuchar a los religiosos, y hay que hacerlo porque ellos son pieza fundamental en la transmisión de la fe hoy, y lo son por muchos motivos.

Si bien es cierto que la VR no atraviesa por un momento esplendoroso en cuanto a vocaciones, que provoca que las comunidades sean cada vez más pequeñas, también lo es que el número no es determinante.

Es determinante el testimonio de vida. Lo expresaba muy bien el presidente de CONFER, Elías Royón, en la apertura: “No moriremos porque seamos pocos, sino porque desaparezca la pasión evangelizadora y el amor por Jesucristo”. Y este testimonio sigue siendo esperanzador y atractivo.

La Vida Religiosa es fuente de originalidad,
de nuevos modos y métodos para
llegar a cada persona, según sus necesidades,
a la sociedad entera.

Puede que las estadísticas no lo sean, pero sí lo son la entrega y la abnegación de tantos religiosos y religiosas en distintos ámbitos: en las parroquias, en la escuela, en los barrios más marginales, en el campo de la salud, con los inmigrantes, con los jóvenes…

Dentro, fuera o en la frontera, siempre hay un religioso dando testimonio vivo de Jesús. No vale solo con la palabra para evangelizar; también hace falta la propia vida y, en esto, tenemos mucho que aprender de los religiosos.

Es la VR también fuente de originalidad, de nuevos modos y métodos para llegar a cada persona, según sus necesidades, a la sociedad entera. Es pionera en evangelización; es lo que hace desde siglos; pionera en afrontar los nuevos desafíos, capaz de adaptarse a los tiempos y a los lugares allí donde sirve. Sabe trabajar en equipo, encarnarse en una parroquia, en un barrio, también donde la increencia es mayoritaria.

Así es la Vida Religiosa que peregrina en España, así es en todo el mundo. Lo vienen diciendo desde hace muchos años los sucesores de Pedro. “La Iglesia les debe muchísimo”, afirmó en su momento Pablo VI. Más recientes son las palabras de Benedicto XVI: “La Vida Consagrada no podrá faltar ni morir porque fue querida por Jesús como parcela de su Iglesia”.

Ahora se abren muchos retos, englobados todos en la nueva evangelización, o lo que es lo mismo, llevar a Jesús a los hombres. Entre estos retos está, ad intra, la comunión y las relaciones entre religiosos y obispos, la relaciones entre congregaciones, el trabajo conjunto con los laicos, o la vocaciones. Y hacia fuera, se plantean otros muchos: la crisis económica que golpea a tantas familias y personas –a las que los religiosos nunca han dejado de lado–, el acercamiento a los jóvenes…

En definitiva, la Vida Religiosa en España sigue muy viva, realizando una gran labor allí donde está, y proponiendo un testimonio vivo. Escuchémosla.

En el nº 2.824 de Vida Nueva. Del 17 al 23 de noviembre de 2012.

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