Los obispos franceses tachan de “fraude” el matrimonio homosexual

M. Á. MALAVIA | La aprobación del matrimonio homosexual en Francia –decisión del Consejo de Ministros del pasado día 7, a falta de su recorrido parlamentario– no ha tardado en ser respondida por la Conferencia Episcopal, reunida en Lourdes en Asamblea Plenaria. Su presidente, André Vingt-Trois, la tachó de “fraude” y “superchería”, argumentando que, “una vez más”, los niños han sido “los grandes ausentes de este debate”.

Reconociendo el “gran revuelo” que despierta la postura eclesial, el cardenal arzobispo de París defendió, no obstante, que la controversia demuestra que las posturas son “más diversas de lo que se pensaba”, evidenciando “un trastorno real de nuestros ciudadanos, que expresan dudas acerca de la importancia y urgencia del proyecto”. Sobre todo al darse en un contexto de crisis económica, “en el que la cohesión familiar es más necesaria que nunca”. Por ello, solicitó un “debate real”.

“Pese a que la acusación de homofobia es la más habitual”, los obispos sí “comprenden la necesidad de reconocimiento de los homosexuales”, y aunque consideran que esta necesidad “no será cubierta por ese supuesto matrimonio”, se ofrecen a “acompañarles en su camino”. Un camino “hacia la santidad”, pues todas las personas “están llamadas a conocer y seguir a Cristo”.

Vingt-Trois valoró las iniciativas ciudadanas que se comprometen en “la promoción del bien común”. “Los católicos de nuestro país saben que sus obispos les animan a hablar, escribir, actuar, manifestarse… Ellos tienen el derecho a declarar (…) lo que les parece esencial para el presente y para el futuro”.

Eso sí, los obispos no apoyarán concretamente ninguna manifestación. Es el caso de la convocada el domingo 18 en París en contra del matrimonio homosexual, organizada por el Instituto Civitas, cercano a los lefebvristas.

En el nº 2.824 de Vida Nueva.

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