Carlos Aguiar: “Hay que generar discípulos”

Presidente del CELAM y participante en el Sínodo sobre la Nueva Evangelización

Carlos Aguiar presidente del CELAM y del Episcopado mexicano

DARÍO MENOR | Carlos Aguiar, arzobispo de Tlalnepantla (México) y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM), ha sido uno de los participantes en el reciente Sínodo sobre la Nueva Evangelización. Valora este encuentro de forma positiva y augura un cambio de ciclo, siempre que todas las instituciones de la Iglesia “hagan un examen de conciencia” y examinen “si están haciendo presente a Cristo en el mundo de hoy de la manera adecuada”.

– ¿Qué sabor de boca le deja el Sínodo?

– Fue muy esperanzador. Se vieron las diferencias en las situaciones de las Iglesias particulares, pero con una convergencia en algunos puntos muy claros. El primero es la imperiosa necesidad de una nueva evangelización. En segundo lugar, cuando se habla de la naturaleza de esta nueva evangelización, ha quedado muy claro que exige una lectura de los signos de los tiempos, una claridad sobre los grandes desafíos que nos plantean las fracturas culturales. Exige una comunión que fortalezca el trabajo de la Iglesia. También queda muy claro que la nueva evangelización está orientada al lenguaje para hablarle al hombre de hoy. Debe reflejar el estilo de vida actual para que la Iglesia sea atractiva y comprendida por todos.

– ¿La clave está en una actualización del mensaje cristiano?

– Exactamente. Me provoca mucha satisfacción que haya aparecido en el Sínodo con tanta insistencia la identidad de cada Iglesia particular, pero en comunión con las demás Iglesias. Esto refleja la Lumen Gentium. Ha emergido la vocación universal de la santidad como un argumento importante que lanzar al mundo laical. En el Sínodo también hemos hablado de la correcta interpretación del Concilio. Se ha dicho de forma muy clara que nos ha faltado aplicar más el Vaticano II. Si, hipotéticamente, en estos cincuenta años pasados, la Iglesia hubiera sido más consciente de la importancia de haberlo vivido más a fondo, hoy tendríamos una mejor situación, los problemas serían distintos.

“Si la Iglesia hubiera sido más consciente
de la importancia de haber vivido
el Vaticano II más a fondo,
hoy tendríamos una mejor situación”.

– ¿Es capaz la Iglesia de afrontar con éxito este cambio de época que estamos viviendo?

– Aquí hablamos de la conversión pastoral. Hay que preguntarse si estamos haciendo presente a Cristo en el mundo de hoy de la manera adecuada. Hay que hacer un examen de conciencia; no basta con una pastoral de mantenimiento. No hay que aceptar que vengan fieles, sentarnos y decir que estamos muy contentos. Como decía Juan Pablo II, el aparato institucional y la vida sacramental son necesarios en la Iglesia, pero no bastan. Ante un cambio de época, es necesaria una conversión pastoral.

– Y de ahí surge la idea de la llamada misión continental…

– Sí, es el tercer paso, tras el cambio de época y la conversión pastoral. Si estoy convencido de que no basta, tengo que revisar lo que hago. Aparecida dice que hay que generar discípulos, que no basta con hacer fieles que vayan a misa. Tenemos que crear estructuras para garantizar la formación de un discípulo en una comunidad. Estas pequeñas comunidades dan vida a la parroquia y se relacionan entre sí para expresar la vida eclesial.

Entrevista a Carlos Aguiar, íntegra solo para suscriptores

En el nº 2.824 de Vida Nueva.

 

ESPECIAL LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

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