EDITORIAL VIDA NUEVA | En 1994, Ruanda sufrió uno de los mayores genocidos étnicos de la historia contemporánea. La tensión entre hutus y tutsis derivó en una persecución por parte de los primeros que acabó con la vida de la décima parte de la población (800.000 personas).
Pese a que hubo tristes excepciones de sacerdotes y religiosos que fueron cómplices en documentados casos de matanzas, desde el primer día, la Iglesia emprendió numerosas iniciativas para la reconciliación de todos.
La última, organizada por la comunidad de Taizé, concentrará estos días en Kigali, la capital, a 8.000 jóvenes de toda África y del resto del mundo. Serán de diferentes confesiones y etnias. Jóvenes y comprometidos. La mayor garantía para un testimonio de auténtica reconciliación.
En el nº 2.823 de Vida Nueva. Del 10 al 16 de noviembre de 2012
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