Expedita Pérez: “Hay fraternidad entre musulmanes laicos y cristianos”

Misionera comboniana en Egipto

Experdita Pérez misionera comboniana en Egipto

FRAN OTERO. Fotos: LUIS MEDINA | Apenas lleva un año en Egipto, pero Expedita Pérez, misionera comboniana canaria, ya es una más entre los egipcios, entre cristianos –la minoría– y musulmanes. Un contexto en el que el anuncio del Evangelio no puede ser explícito, pero es a través de sus obras sociales y educativas y del acompañamiento de las familias; de hecho, trabaja en uno de los tres centros educativos que tienen en el país los Misioneros Combonianos.

– ¿Cómo viven los cristianos egipcios?

– Se sienten marginados y excluidos. Tienen menos posibilidades de trabajo, sobre todo donde los grupos fundamentalistas tienen mayor influencia. Cada mes se oyen casos de familias cristianas obligadas a dejar sus casas. En cualquier caso, parece que la situación ha mejorado algo, al menos, al nivel del Gobierno, que ya investiga algunas agresiones. También tengo que decir que hay fraternidad entre los musulmanes laicos y los cristianos.

Aumento de los radicales

– Habla de acogida excepcional, pero a España nos llegan a veces noticias de casos de violencia. ¿La sufren?

– Nosotras no. Después de la revolución, se han producido ataques esporádicos a religiosas egipcias que fueron denunciados, pero corresponden a pequeños grupos radicales y exaltados. Hay que denunciar estos casos, pero ni es todo el pueblo egipcio ni son todos los musulmanes.

“Con Mubarak, los grupos radicales vivían
en la clandestinidad. Ahora han salido.
Tienen mucho éxito en los barrios pobres y
en las zonas rurales, sobre todo por la falta de educación”.

– ¿Se ha producido un aumento del islamismo radical?

– Lo que sucede es que, con Mubarak, los grupos radicales vivían en la clandestinidad. Ahora han salido. Tienen mucho éxito en los barrios pobres y en las zonas rurales, sobre todo por la falta de educación. De hecho, en esos lugares es donde más discípulos hacen.

– ¿Cómo ve el futuro?

– El futuro lo veo con esperanza, aunque sé que no va a ser fácil. Los tiempos de transición no son fáciles, como bien sabemos, pero son necesarios. Me da esperanza el despertar que este pueblo ha tenido ante sus derechos y posibilidades. El pueblo estaba dormido y se ha despertado.

En el nº 2.822 de Vida Nueva. Entrevista con Expedita Pérez, íntegra solo para suscriptores

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