Sergio Buiza: “Lo importante es saber oír por el corazón”

Sergio Buiza, director nacional de Pastoral del Sordo

Nuevo director nacional de la Pastoral del Sordo

Sergio Buiza, director nacional de Pastoral del Sordo

VICENTE L. GARCÍA. BILBAO | La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) nombró recientemente al sacerdote vizcaíno Sergio Buiza Alcorta director del Departamento de la Pastoral del Sordo, sucediendo así en el cargo al religioso de la diócesis de Sevilla, Alfonso Muruve.

Buiza comenzó en 1999 su tarea en la Pastoral del Sordo de Bilbao tras la muerte de su antecesor, Emiliano del Campo, y por invitación de quien estaba entonces al frente de la diócesis vasca, Ricardo Blázquez. Llegó a esta encomienda sin conocer el lenguaje de signos y hoy es ya el coordinador de esta pastoral en España.

– Comenzar sin conocer el lenguaje de signos tuvo que ser un gran reto, ¿cómo se puso al día y cuánto le costó?

– Los cristianos sordos de la diócesis me lo facilitaron mucho, ellos me enseñaban. Lo primero que aprendí fue el Padre Nuestro. Luego acudí a cursos de lengua de signos en la Asociación de Sordos de Bilbao, donde tuve contacto con otras personas sordas y su realidad. A todos ellos les quiero dar las gracias por la paciencia que tenían conmigo. Y como yo tenía ganas de poder comunicarme, ya desde el primer momento me lanzaba a poner en práctica todo lo que aprendía.

– ¿Qué le aporta personalmente, y en el terreno de la fe, implicarse en este mundo?

– El contacto con sordos me ha supuesto crecer en paciencia, estar atento a lo que la otra persona me quiere comunicar, ser más sencillo en lo que quiero transmitir, valorar los esfuerzos por una integración efectiva en la sociedad y también en la comunidad creyente… Muchas cosas. También a descubrir cómo Jesús se hace cercano a todos sin distinción, a dejarme fortalecer por el Espíritu del Señor, a desarrollar mi pertenencia a Cristo Pastor, a celebrar la fe con cristianos sordos.

Experiencia personal

– ¿Cómo se explican conceptos como el Amor de Dios desde un lenguaje corporal?

– El Amor de Dios se transmite desde la experiencia personal, y aquí no hay barreras de comunicación, ya sea en lengua de signos o hablando. Es toda nuestra vida cristiana la que proclama la Buena Noticia del Resucitado; esto me lo recuerdan siempre los sordos.

“La pastoral del sordo es
una realidad sencilla dentro de la Iglesia,
una pastoral que toca el corazón,
pero que necesita de colaboración”.

– ¿Cuáles son los retos de la Pastoral del Sordo en España?

– El primero, que en cada diócesis pueda haber una atención pastoral a los cristianos sordos. Que yo sepa, tan solo hay Pastoral del Sordo en 18 diócesis. Seguro que en muchas parroquias hay una dedicación a estas personas, quizá algunas órdenes religiosas realizan una fuerte implicación en esta realidad y, por supuesto, son muchos los cristianos que dedican o quieren dedicar tiempo y cariño a esta pastoral. A todos ellos les digo que es bueno que se den a conocer en su diócesis, que hablen con su obispo, que vean cómo pueden coordinarse mejor dentro y fuera de la diócesis. También es necesaria la capacitación en lengua de signos a algunos de los futuros presbíteros y otros agentes de pastoral. Son varias las diócesis que están realizando esta formación. Otro reto es la edición de diferentes materiales de apoyo para esta pastoral, que hasta el momento es escasa, pero de gran ayuda. En la actualidad estamos colaborando en la edición de la Biblia en lengua de signos. Tampoco podemos olvidar lo que nos recordaba el papa Benedicto XVI durante el congreso en Roma, Effatá! La persona sorda en la vida de la Iglesia: “Hermanos y hermanas sordos, no solamente sois destinatarios del anuncio del mensaje evangélico, sino también con pleno derecho anunciadores”. Y este Año de la fe, es ocasión para renovar este compromiso.

– ¿A qué hacemos “oídos sordos” en esta sociedad?

– Aquí digo palabras que los mismos sordos me dicen y recuerdan: “Se puede no oír por el oído, pero lo importante es saber oír por el corazón”. Y en este momento es necesario poner nuestro corazón a escuchar y estar atento a la realidad que nos toca vivir. La pastoral del sordo es una realidad sencilla dentro de la Iglesia, una pastoral que toca el corazón, pero que necesita de colaboración, de trabajo conjunto entre sordos y oyentes. Me gustaría que la “diversidad funcional” estuviese más presente en nuestras actividades pastorales y en nuestras celebraciones de la fe.

En el nº 2.822 de Vida Nueva.

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