La reforma sanitaria de Obama tensa la relación con el episcopado católico

obispo de Estados Unidos protesta contra la reforma sanitaria de Obama
obispo de Estados Unidos protesta contra la reforma sanitaria de Obama

Un obispo estadounidense lidera una protesta contra la reforma sanitaria de Obama

DARÍO MENOR | Alrededor de un cuarto de los 300 millones de personas que viven en los Estados Unidos profesa la religión católica. Este colectivo está representado en las elecciones por los dos aspirantes a vicepresidente: el demócrata Joe Biden, quien busca repetir en el cargo, y el republicano Paul Ryan. El primero encarna a los católicos liberales y el segundo a los conservadores, especialmente a los militantes provida.

La legislatura que ahora concluye ha caldeado los ánimos de este último grupo por la reforma sanitaria, que obliga a los ciudadanos a contar con un seguro médico que incluye métodos anticonceptivos, procedimientos de esterilización y fármacos para abortar. El presidente Barack Obama, además, ha dicho que está a favor del matrimonio homosexual.

“La reforma sanitaria ha sido la gran fuente de problemas entre el Gobierno y la Iglesia católica. Aunque una parte importante de los católicos esté a favor de que todo el mundo tenga una cobertura médica y no ve un problema en los puntos calientes, como el de los anticonceptivos, un sector sí que está muy concienciado contra el aborto”, explica el profesor John Green. El episcopado, con su presidente al frente, el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan, ha mantenido una postura militante contra estas decisiones del Ejecutivo.

“Los obispos consideran que se está atacando la libertad religiosa. Piensan que se trata de reducir la religión solo a la esfera privada para que no esté presente en las escuelas, hospitales y centros médicos. Ven el tema del aborto y de la píldora dentro de un cuadro más amplio, de una tendencia social para sacar a la religión del espacio público”, cuenta el periodista John L. Allen.

Enfrentamiento también con Romney

Aunque ha tenido menos repercusión mediática que el choque entre el episcopado y Obama por esta cuestión, también hay un enfrentamiento entre la Iglesia católica con el partido de su rival, Mitt Romney.

“En dos estados, los obispos han abierto procesos contra leyes aprobadas por los republicanos que criminalizan la asistencia a los inmigrantes ilegales. De esta forma, la pastoral migratoria sería también ilegal, no se le podría dar a los indocumentados comida, ni dinero ni ofrecerles asistencia”, dice Allen.

La existencia de estos frentes abiertos con ambos partidos muestra que, en su opinión, la libertad religiosa es un argumento en el que ambas formaciones políticas deben tener una postura común.

“El cardenal Dolan, probablemente el líder con más visibilidad que ha tenido nunca el episcopado, se comporta como un jugador de primera división. Es muy duro en su defensa de la libertad religiosa y la crítica de los temas del aborto y los anticonceptivos, pero mantiene siempre abierto un canal de comunicación con Obama. Hace lo mismo con los republicanos. Hace poco incluso cenó con el presidente, lo que no fue bien visto por los militantes provida. Él mira al escenario posterior a las elecciones”, asegura Allen.

En una representación de este difícil equilibrio, Dolan participó tanto en la convención de los republicanos como en la de los demócratas. Era la primera vez que un presidente del episcopado hacía algo así.

En el nº 2.821 de Vida Nueva.

 

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