Cáritas no entiende de recortes

Aumentan los voluntarios y el número de recursos económicos, a pesar de la crisis

voluntaria de Cáritas con una anciana

FRAN OTERO | Cáritas Española acaba de presentar, el martes 23 de octubre, su Memoria 2011, que arroja datos significativos en el contexto de crisis que vive la sociedad española: aumentan los voluntarios y también los recursos económicos. Por eso, este año, Cáritas ha querido poner el foco en los elementos más esperanzadores de entre todos los datos que conforman el trabajo de 2011.

“La Memoria 2011 atestigua que las soluciones son posibles, aun en tiempos de penumbra”, añadió. Soluciones que pasan por atender a los últimos, a los más débiles, a los pobres… porque, continuó Del Río, “nadie puede sentirse ajeno a la lucha contra la pobreza”. Una lucha que compete a todos, pero, sobre todo, a los poderes públicos.

Y esa nueva sociedad es la que se muestra en Cáritas cada día a través de sus voluntarios, que en 2011 alcanzaron la cifra de 64.251, un 4% más que el año anterior. Personas anónimas que dedicaron su tiempo gratuitamente en las más de 6.000 Cáritas parroquiales y 68 Cáritas diocesanas repartidas por todo el país y atendieron a 1,8 millones de personas, 200.000 más que el año anterior.

Una nueva sociedad que pasa por la solidaridad, a la que Cáritas ha dado cauce durante el 2011 con una inversión de más de 250 millones de euros en sus distintos programas sociales, lo que supone un incremento del 1,28% sobre 2010, o lo que es lo mismo, 3,16 millones. De todos los fondos invertidos, el 66,3% proceden de donantes privados, mientras que el 33,7% son subvenciones públicas.

Cifras con nombre y apellidos

Las cifras tiene nombre y apellidos, rostros concretos… son personas que viven, dijo el secregario general de Cáritas, Sebastián Mora, en la desesperación, en la frustración, con culpabilidad, con la autoestima baja y con necesidad del otro.

Entre los que se acercan a Cáritas en los últimos tiempos, un colectivo en especial: las mujeres jóvenes con hijos a su cargo. En definitiva, son personas “que vienen a por algo y a por alguien, personas que, a pesar de pasarlo mal, son capaces de ayudar”.

En el nº 2.821 de Vida Nueva. Cáritas no entiende de recortes, íntegro solo para suscriptores

 

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