Unidad y comunión en la diversidad

Monjas Agustinas de Vida Contemplativa durante una celebración

Madrid acoge las primeras Jornadas de Monjas Agustinas de Vida Contemplativa

Monjas Agustinas de Vida Contemplativa durante una celebración

F. OTERO | La promoción de la unidad y la comunión en la diversidad de culturas, comunidades, maneras de pensar y de sentir fue una de las conclusiones que dejaron las primeras Jornadas de Monjas Agustinas –celebradas a principios de octubre en Guadarrama (Madrid) bajo el lema Contemplar tu rostro en el silencio, celebrar tu amor en la comunión–, en las que participaron el prior general de la Orden de san Agustín (OSA), Robert F. Prevost; las tres presidentas federales, Rita Piccione (Italia), María Inés Dias y Natividad Salvador (España), así como un centenar de hermanas agustinas de España, Italia, Filipinas, Rumanía, Kenia, Estados Unidos, Ecuador, Perú, Chile, Panamá y Bolivia, en representación de todos los monasterios de la orden.

Una asamblea que surgió en el Capítulo General Intermedio de la OSA, celebrado en 2010 en Filipinas, y en el que se acordó trabajar por un mayor compromiso y una mayor comunicación-comunión con las hermanas de vida contemplativa de la orden, y a la que se ha llegado tras un trabajo previo en las comunidades que ahondó en elementos esenciales de esta congregación religiosa. La interioridad, la oración, la lectio divina, la vida fraterna, la formación, la eclesialidad… son algunas de esas cuestiones.

Un trabajo realizado “con la certeza de que la vuelta a las raíces es fuente de renovación y autenticidad, y reaviva la alegría de la propia identidad”, informa a Vida Nueva el padre agustino Alejandro Moral Antón.

Los objetivos marcados para la ocasión fueron, entre otros, el mutuo conocimiento de los diversos caminos para vivir la vocación contemplativa agustiniana y el compartir las vivencias para estrechar los lazos de amistad y fraternidad entre los monasterios y federaciones.

“Desde una apertura al Espíritu, el encuentro ha sido una oportunidad para el mutuo enriquecimiento desde la diversidad y multiplicidad cultural de la orden, para fortalecer la comunión entre los hermanos y hermanas agustinos y ser signos de unidad al servicio del Evangelio. De hecho, en la apertura de la asamblea, el prior general insistió en la unidad y en la comunión en la diversidad de culturas”, explica Moral Antón.

Durante los días de trabajo, se abordaron cuestiones como la práctica de la contemplación o la necesidad de la oración en la vida de los religiosos, así como la espiritualidad de san Agustín, las virtudes más importantes –como la humildad y la caridad– que ayudan a vivir la vida en común y la cuestión de la vida apostólica y contemplativa en la comunidad.

Pero el tema central fue la identidad, o, lo que es lo mismo, qué significa pertenecer a la OSA, que lleva indefectiblemente a la unidad, tal y como explicó en la homilía de la Eucaristía conclusiva de las jornadas el prior general: “Hay elementos comunes en nuestra vida y hay algo que nos une más allá de la diferencia y cambios, y es el don de la unidad. Algo que recibimos como gracia y que tenemos que reforzar y cultivar, de tal modo que podamos convertirnos en el signo de comunión, en el único cuerpo de Cristo, y que ha sido tan significativo en la vida de la primera comunidad cristiana, como se describe en los Hechos de los Apóstoles”.

Retos de futuro

Tras esta reflexión, se abren los retos importantes. Son algunos de ellos el silencio, la oración, la interioridad, la comunión en la caridad y la vida de comunidad, “desafíos que tienen que ser renovados y amados por cada comunidad y por cada hermana en concreto”, afirma el padre Moral Antón.

“Esta asamblea ha dado mucha luz sobre la situación actual de nuestras comunidades y monasterios, pero eso no basta. Ahora comenzamos un nuevo camino, respetando y manteniendo lo permanente, pero abiertas a la luz y guía del Espíritu, que debe llevarnos a leer mejor los signos de los tiempos y a vivir nuestro carisma con una renovada entrega”, concluye.

En el nº 2.821 de Vida Nueva.

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