Ángel Garachana: “No veo separación entre Evangelio y caridad social”

Misionero burgalés y obispo de San Pedro Sula (Honduras)

Angel Garachana misionero burgalés obispo de San Pedro Sula Honduras

FRAN OTERO. Fotos: LUIS MEDINA | Recién llegado de San Pedro Sula (Honduras) para participar en los actos organizados por Obras Misionales Pontificias (OMP) con motivo del Domund 2012, el misionero claretiano y obispo, Ángel Garachana, atiende a Vida Nueva entre compromiso y compromiso.

Aunque se define como burgalés “seco y adusto”, refleja la cercanía, el cariño y energía que dice le manifiestan los hondureños. Camino de los 18 años como obispo misionero, sigue diciendo a sus diocesanos lo mismo que les dijo el primer día: “No me pertenezco, les pertenezco a ustedes”.

– ¿Cómo es la vida de un misionero y, en su caso, de un obispo misionero?

– El misionero ha de tener un corazón abierto a las necesidades de la gente y pasar mucho tiempo con ella. Misionero es el que sale, el que visita a las personas, a las comunidades. La vida de un obispo misionero es estar con la gente llevando palabras de cariño, de amor. He procurado querer a los hondureños, porque el amor te acerca ellos. De hecho, cuando llegué les dije: “No me pertenezco: les pertenezco a ustedes”. Esto es el misionero.

– ¿Qué supone la labor de la Iglesia para los hondureños?

– Allá es un referente. La población siempre espera una palabra de la Iglesia en los diversos aspectos: social, político, ante la pobreza o la violencia… También espera una palabra cercana de los obispos, incluso personal, y no solo a través de documentos.

“Hondureño en todo”

– Honduras vive una situación complicada, sobre todo, si hablamos de pobreza y violencia. ¿Cómo encarnarse en esta realidad?

– Como misionero, estoy en Honduras y soy hondureño. Hondureño en todo. Si el misionero no quiere al pueblo al que sirve, es mejor que se vuelva. No veo separación entre Evangelio, liturgia y caridad social, es una unidad de vida. Que ahora apoyo un proyecto de cooperativa, luego formo a los laicos y más tarde doy una predicación o recibo a un matrimonio en problemas… Es una unidad que he procurado vivir, desde la cercanía y el amor al pueblo de Honduras.

En el nº 2.820 de Vida Nueva. Entrevista con Ángel Garachana, íntegra solo para suscriptores

 

LEA TAMBIÉN:

Compartir