Los obispos catalanes reconocen “la legitimidad moral de todas las opciones políticas”

obispos de Cataluña reunidos en la Conferencia Episcopal Tarraconense

También Galicia y País Vasco se pronuncia ante las próximas elecciones y los nacionalismos

obispos de Cataluña reunidos en la Conferencia Episcopal Tarraconense

JORDI LLISTERRI. BARCELONA | Cuando apenas quedan días para las elecciones gallegas y vascas del 21 de octubre, y poco más de un mes para las catalanas, 25 de noviembre, comienzan a hacerse públicas las orientaciones que ad hoc hacen los obispos. Es el caso de los gallegos y catalanes. [Los obispos catalanes reconocen “la legitimidad moral de todas las opciones políticas” – Extracto]

La de estos últimos, marcada en cierto modo por la referencia que la Conferencia Episcopal Española (CEE) hizo en su declaración sobre la crisis económica a los nacionalismos. Sin confrontar los argumentos, los obispos catalanes emitieron un comunicado en el que reconocen “la legitimidad moral de todas las opciones políticas”.

El calendario provocó que justo después de la Permanente de la CEE estuviera prevista, desde hace meses, una reunión plenaria de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET). También coincidió que el adelanto electoral en Cataluña forzaba que en esa reunión se aprobara la nota que acostumbran a publicar ante las elecciones.

Así, se pronunciaron el viernes 5 de octubre sobre un “momento particularmente delicado, sobre todo, por la situación de crisis económica grave que atraviesa nuestra sociedad, y también para la trascendencia de las opciones políticas para el futuro”, aludiendo al carácter plebiscitario de las elecciones catalanas.

Como ya habían advertido algunas voces en la Permanente, y como sugerían las abstenciones, los obispos recibieron en Cataluña críticas por el juicio moral de la CEE ante el debate soberanista, al considerar que aterrizaba en terreno que no le era propio.

Es en este contexto en el que los obispos catalanes acordaron, por unanimidad, recordar los argumentos que tradicionalmente ha defendido la CET sobre las diversas propuestas políticas para articular la relación de Cataluña con el resto de España.

Así, en la nota recuperaron un fragmento publicado hace un año en la carta pastoral Al servicio de nuestro pueblo. Una vez más, los obispos catalanes repitieron: “No nos corresponde a nosotros optar por una determinada propuesta a estos nuevos retos, pero defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos y que busquen con paciencia la paz y la justicia”.

Al mismo tiempo, la nota enumera aspectos como “el valor de la democracia, el diálogo y la voluntad de acuerdo, como formas de resolución de conflictos; el deber de todos, especialmente los gobernantes, de favorecer siempre el bien común como objetivo prioritario” o “la defensa de los derechos de las personas y de los pueblos, y el respeto a las minorías, como base irrenunciable de cualquier construcción política; el rechazo de toda actitud dirigida a atizar la división social o la violencia; la promoción de la paz y la fraternidad entre los hombres y los pueblos”.

También expone la importancia de la defensa de la dignidad de toda vida humana, la justicia social y la atención a los más débiles.

Elecciones gallegas

Por su parte, los obispos de Galicia también hicieron una declaración pública en la que apuntan criterios a tener en cuenta antes de emitir el voto: la defensa de la vida humana en toda circunstancia y el apoyo a la familia; el fomento de la libertad de educación integral; la promoción de la justicia social, el acceso a la salud, el trabajo digno y estable, así como la preocupación por los más débiles; y la atención de las necesidades urgentes del ámbito rural y de la inquietudes de las gentes del mar.

Una voz desde el País Vasco

Ante la trascendencia pública que adquirió la declaración episcopal y ante la cuestión de los nacionalismos, el Foro de Curas de Bizkaia apunta en una nota que si la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal hubiese tenido en cuenta el magisterio de Juan Pablo II, hubiese subrayado “la necesidad de favorecer un afrontamiento sereno de las diferentes maneras de articular políticamente la unidad y la diversidad”.

En este sentido, recoge la Carta Pastoral Preparar la paz, publicada por los obispos vascos en 2002, en la que se afirma que “mientras [los diferentes modelos políticos] respeten los derechos humanos y se implanten y mantengan dentro de cauces pacíficos y democráticos, la Iglesia no puede ni sancionarlos como exigencia ética ni excluirlos en nombre de esta”.

Del mismo modo, afirma que el documento de la Conferencia Episcopal “no es vinculante para la formación del criterio moral de la comunidad católica, ya que se trata de un escrito pastoral”.

Al margen de esta cuestión, el Foro de Curas de Bizkaia comparte con los obispos de la Permanente “su inquietud por la crisis económica y su llamada a la solidaridad, así como su invitación a colaborar en la erradicación de algunas de sus gravísimas consecuencias”.

“Agradecemos volver a escuchar su voz en este sentido, a pesar de que nos parezca una palabra tardía y nos hubiera gustado una mayor atención a las causas estructurales que originan la crisis y a sus reponsables más directos”, concluyen.

En el nº 2.819 de Vida Nueva.

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