El camino de san Juan de Ávila

san Juan de Ávila, maestro y doctor Iglesia universal, dibujo

Varias personalidades recorren los principales lugares de la vida del próximo doctor de la Iglesia

san Juan de Ávila, maestro y doctor Iglesia universal, dibujo

FRAN OTERO | No fue fácil la vida de san Juan de Ávila. Y no lo fue porque, a pesar de nacer en una familia acomodada, no quiso ser un acomodado. En continuo cambio, con continuas propuestas, fue, lo que hoy se repite para muchas figuras históricas, un adelantado a su tiempo. Tanto que incluso le costó algún susto con la Inquisición.

Tampoco fue fácil su proceso de beatificación y canonización, impulsado por los trinitarios y el clero español, respectivamente, y culminado en la segunda mitad del siglo XX, ni su doctorado, al que ha llegado tras 40 años y gracias al empeño de los obispos españoles.

Ahora que está a punto de ser declarado doctor de la Iglesia –lo hará Benedicto XVI el próximo 7 de octubre en el Vaticano– proponemos un recorrido por los distintos lugares de su vida, recordando algunas de sus grandes contribuciones, desde su nacimiento, allá por 1499-1500 en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), hasta su muerte en Montilla (Córdoba) en 1569. Una vida que no pasó desapercibida y que, tras algún tiempo de ostracismo, vuelve a la luz. Y es que su doctrina, ahora reconocida como eminente, fue válida en su época y lo es hoy, en el siglo XXI.

Almodóvar del Campo: nacimiento y primera misa

Almodóvar del Campo, lugar de nacimiento de san Juan de ÁvilaEn Almodóvar del Campo comenzó la vida (1499-1500) del que será el cuarto doctor español, y aunque vio la luz en los albores del siglo XVI, es hoy cuando sus paisanos lo siguen venerando. Allí mismo quedan todavía muchas huellas del patrón del clero español.

Es el rector del Seminario de Ciudad Real, Pedro López de la Manzanara, el que cuenta a Vida Nueva cómo permanece La Casa del Santo, hoy centro y casa parroquial, donde se conserva la cueva en la que permanece orando muchas horas en los años de su conversión y antes de marchar a Alcalá de Henares. Una devoción que se mantiene a pesar de que “vivió pocos años entre sus paisanos por su vocación misionera”. Fuera de Almodóvar, reconoce, la importancia se restringe a los sacerdotes y al Seminario.

Más allá de su pertenencia manchega, Pedro López habla de san Juan de Ávila como “una personalidad muy rica en su espiritualidad, en su magisterio, en su relación epistolar con toda clase de personas y estados, pero, sobre todo, como misionero, como evangelizador”.

“Es un hombre que no dejaba indiferente, cuya palabra está en coherencia con su vida, con el fuego y la pasión del apóstol Pablo. Y cuando se abre un tiempo de nueva evangelización, una época de crisis profunda, de hondos cambios sociales y culturales, su figura encarna las notas del nuevo ardor, de los nuevos métodos y de la nueva expresión”, concluye.

Salamanca y Alcalá de Henares: la formación

fachada de la universidad de Alcalá de HenaresSu formación universitaria pasa indiscutiblemente por Salamanca y por Alcalá de Henares. De la Universidad de Alcalá, y con la idea de Jiménez de Cisneros, toma las bases del modelo –basado en la Teología y en las Artes, y desechando las Leyes– que implantaría posteriormente en la Universidad de Baeza.

La importancia que san Juan de Ávila tiene para la universidad la expresa el rector de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), Ángel Galindo, pues para la UPSA, san Juan de Ávila “se convierte en una llamada atenta, pues esta es la heredera de la Universidad de Salamanca clásica, desde el momento que en ella se imparten las ciencias eclesiásticas que configuraron los primeros siglos del alma máter salmantina”.

“No se puede olvidar que fundó la Universidad de Baeza y diversos colegios, con los que intenta paliar diversas limitaciones educativas de su tiempo. En esas nuevas instituciones se hizo vívido el amor –la caridad cristiana– como una necesidad para la organización y el gobierno. Por otra parte, al desarrollar un método educativo, el Maestro Ávila lo hace mirando a lo práctico, para que la propuesta pueda llegar a funcionar. Y sin excluir a nadie, por entenderse que está al servicio de todos los grupos sociales”, añade.

Para Josetxo Vera, director del Secretariado de Medios de Comunicación Social de la CEE y profesor universitario, Juan de Ávila puede aportar a la universidad de hoy “su pasión por la formación”. “En san Juan de Ávila nos encontramos a un maestro en sentido estricto, consciente de su misión y apasionado con ella, que busca que el camino de la Iglesia esté dibujado por personas bien preparadas, sabias y doctas que aspiren a la santidad. Tenerlo como modelo en la labor docente es un aliciente para mostrar a las personas la Verdad de Dios y la Verdad del hombre”, señala.

Sevilla: los peores años

catedral de SevillaTras su amplia formación, le llegó la ordenación sacerdotal, también en Alcalá, y antes de partir a Sevilla, la primera misa en su Almodóvar del Campo. Sevilla no era más que una etapa en su camino hacia América, a la que nunca llegó. “Sevilla será tus Indias”, le diría el arzobispo Alonso Manrique.

Pero en la actual capital andaluza pasó el santo manchego sus peores años, tal y como explica a Vida Nueva Carlos Ros, sacerdote y escritor sevillano: “Fue acusado por un comisario de bulas en Écija porque se quedó sin oyentes en su prédica al ir estos a escuchar a Juan de Ávila. Le dio un bofetón en la calle y le denunció a la Inquisición. No fue la única denuncia. Estuvo recluido en el Castillo de Triana, sede de la Inquisición, hasta que fue absuelto, en 1533”.

Córdoba, Granada y Baeza: proyecto evangelizador

claustro de la universidad de BaezaTras este incidente, comienza realmente su proyecto evangelizador, cuyos ejes fueron Córdoba, Granada y Jaén. Fue en Córdoba donde entabló amistad con Fray Luis de Granada y donde tienen lugar las primeras experiencias de fraternidades sacerdotales. Y es en Granada, a donde llega, reclamado por el arzobispo Gaspar de Ávalos, para poner en pie la Universidad. Allí funda el Colegio, después Seminario Conciliar, de San Carlos.

En Baeza se da el culmen de su proyecto educativo. Funda los Estudios Mayores de Baeza, germen de la futura universidad (1539). Para Francisco Juan Martínez Rojas, deán de la Catedral de Jaén, san Juan de Ávila es una “figura muy importante” para la provincia de Jaén, en general, y para Baeza, en particular, pues fue él quien logra que se cree una auténtica universidad –con la impronta de la de Alcalá, con estudios de Teología y Artes–, convirtiendo a esta población en “semillero de espiritualidad”, además de referente en cuestiones como la formación, el humanismo, la imprenta… “El ideal pedagógico de más nivel en san Juan de Ávila es la Universidad de Baeza”, añade Martínez Rojas.

Montilla: última etapa

casa de san Juan de Ávila en Montilla, CórdobaPero si hoy hay un lugar donde san Juan de Ávila está más presente que nunca, ese es Montilla y la provincia de Córdoba, desde donde realizó incursiones en Extremadura –que han dejado honda huella en el clero, reconoce el sacerdote José Moreno Losada– o en el sur de Andalucía. En Montilla pasó los últimos años de su vida, allí murió y allí descansan sus restos.

“La silueta de Juan de Ávila empapa de espiritualidad honda y recia a la diócesis de Córdoba; sus reliquias constituyen una llamada permanente a conocer su vida, a contemplar sus pasos; su doctrina, sus cartas, sus catequesis, sus enseñanzas, se han convertido en manantial de luz para las conciencias libres; la casita en la que vivió y murió es ya lugar de peregrinaciones”, apunta el sacerdote Antonio Gil Moreno. Del mismo modo se muestra el Rector del Santuario de San Juan de Ávila, José Almedina Polonio, que afirma que dejó “una huella profunda en la memoria” de este pueblo.

Reportaje íntegro, publicado en el nº 2.815 de Vida Nueva.

 

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