Congreso Continental de Teología en Brasil

Teólogos conmemoran 50 años de inicio del Vaticano II y 40 años del libro Teología de la liberación

La celebración de los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II y de los 40 años del libro Teología de la liberación, de Gustavo Gutiérrez, congregará a casi 700 teólogos de todo el mundo, principalmente de América Latina y el Caribe, del 7 al 11 de octubre en el campus de la Unisinos (São Leopoldo/RS – Brasil), en la realización del Congreso Continental de Teología.

De acuerdo con el teólogo Agenor Brighenti, quien hace parte de la comisión organizadora, “este Congreso es el pretexto y el contexto de un evento que quiere traer nuevamente nuestra teología a la plaza pública. Lo estamos haciendo, primero a través de la movilización de la comunidad teológica del Continente, a través de cuatro Jornadas de Reflexión que se realizaron en el 2011 en diferentes regiones de América Latina y el Caribe; segundo, promoviendo un Congreso Continental que contará también con la presencia de teólogos de Europa, África y Asia, para discernir los nuevos desafíos y las tareas de la teología, en fidelidad al nuevo contexto y a las intuiciones y ejes fundamentales del Vaticano II y de la tradición liberadora latinoamericana y caribeña”. Además, puntualizó el teólogo brasilero, “la teología de la liberación está viva, como las brasas que se esconden debajo de las cenizas. En este sentido, este congreso pretende ser un soplo para prender nuevamente el fuego de una teología que quiere continuar siendo profecía en la Iglesia y en la sociedad”.

Por eso, la finalidad del Congreso es sobre todo preguntarse sobre los desafíos y tareas futuras de la teología en América Latina, desde el nuevo contexto cultural, social, político, económico, ecológico, religioso y eclesial, globalizado y excluyente. “En gran medida, es el congreso mismo que va a decir, dado que será un evento no para hacer balance, sino un congreso prospectivo, para mirar lejos, hacia el futuro. Evidente que llegaremos cargados de esperanza y sueños, que también pertenecen a la realidad”, agrega Brighenti. Además, “uno de estos sueños es lograr que teólogos jóvenes acojan la herencia de los teólogos de la primera generación. Sin embargo, nuestra teología, como ‘momento segundo’, depende de un ‘momento primero’, que es la praxis de comunidades eclesiales insertas en el mundo, en perspectiva profética y transformadora. Sin ellas y sin el vínculo estrecho del teólogo con ellas, muere la teología”.

En tiempos de involuciones y crisis de utopías, se espera que el congreso contribuya a la renovación conciliar y de la tradición latinoamericana, para que la Iglesia sea para el mundo, casa y esperanza de los pobres y excluidos. VNC

PEDRO ROMERO

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