Servir y dar la vida

Sebastia TaltavullSEBASTIÀ TALTAVULL ANGLADA | Obispo auxiliar de Barcelona

“Todos estamos llamados a tomar conciencia de nuestras responsabilidades y pensar cuál ha de ser nuestra mayor contribución al bien común, dejando de lado la búsqueda de privilegios…”.

Forma parte del pensamiento social de la Iglesia que las personas que han aceptado una responsabilidad pública no deben olvidar la dimensión moral que conlleva, que consiste en el compromiso de compartir el destino del pueblo y en buscar soluciones a los problemas sociales que hay en cada momento.

No hay duda de que todo compromiso ciudadano y, mucho más si se hace desde la fe cristiana, contiene el esfuerzo de hacer de cualquier trabajo un acto de disponibilidad hacia los demás y, de su dedicación, un servicio.

Todos estamos llamados a tomar conciencia de nuestras responsabilidades y pensar cuál ha de ser nuestra mayor contribución al bien común, dejando de lado la búsqueda de todo lo que sean privilegios, favoritismos, prestigio o pretensión de dominio de unos sobre otros.

Alguien ha llegado al extremo de dar la vida por nosotros para rescatarnos del pecado, de la injusticia y de todo mal. Este es Jesús.

Mientras sus discípulos discuten sobre quién es el más importante, el Señor les enseña a ser los últimos y a servir a todos, proponiéndoles el camino de la cruz vivido desde el amor.

Jesús nos dirá que este es el único camino y nos lo demuestra aceptándolo él mismo, al mismo tiempo que nos enseña a comprender que nada hay en el mundo comparable a la alegría de gastar la vida en su servicio y en el de los demás.

En el nº 2.818 de Vida Nueva.

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