Condena y solidaridad católica en Túnez por las ofensas a Mahoma

M. Á. MALAVIA | “La Iglesia católica en Túnez expresa su firme oposición a todas las formas de provocación y violencia”. Conciso y contundente, el arzobispo Maroun Laham, administrador apostólico de la Archidiócesis de Túnez, ha condenado en un comunicado, por una parte, “las ofensas graves e injustificables” que han originado las caricaturas sobre Mahoma aparecidas en algunas publicaciones occidentales, y, por la otra, la respuesta violenta a cargo de radicales islámicos en el Magreb.

Laham, una de las voces eclesiales más autorizadas en Túnez –aunque está a la espera de que le sea nombrado un sucesor, pues él fue designado a principios de año como vicario para Jordania del Patriarcado Latino de Jerusalén–, se muestra muy preocupado porque lo que debería ser un debate sobre los límites o no de la libertad de expresión, ha degenerado en “ofensas graves e injustificables” que han “afectado profundamente” la “sensibilidad de numerosos creyentes musulmanes en Túnez y en todo el mundo”. Un abuso que, además, ha traído como consecuencia “un peligroso y trágico incremento de tensiones y de violencia”.

Ante ello, el prelado concluye reafirmando el “empeño determinado” de la Iglesia “en favor del respeto, del encuentro y del diálogo entre las personas, las culturas y las religiones, como fundamento de toda libertad y de la coexistencia pacífica entre los pueblos”.

Sin que se descarten posibles rebrotes de la crisis iniciada por la película La inocencia de los musulmanes, por ahora, el saldo de la airada reacción en diversas partes del mundo es de una treintena de muertos en otros tantos países de mayoría islámica. En el caso de Túnez, se han registrado un fallecido y decenas de heridos en distintas manifestaciones, que, finalmente, el Gobierno de Moncef Marzouki tuvo que prohibir.

En el nº 2.818 de Vida Nueva.

 

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