J. FANDIÑO | El pasado 21 de septiembre, en el Cerro de los Ángeles, el sacerdote José Rico Pavés recibió la consagración episcopal y tomo posesión como nuevo auxiliar de Getafe en una ceremonia presidida por el obispo titular, Joaquín María López de Andújar, y en la que estuvieron presentes el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, así como 40 arzobispos y obispos de las diócesis de España y también del extranjero, 450 sacedotes y autoridades civiles y militares.
En su homilía, López de Andújar mostró agradecimiento: “Nuestra diócesis se llena de alegría y da gracias a Dios por el regalo de un obispo auxiliar que pueda compartir conmigo la carga y el gozo del ministerio apostólico, en comunión plena de todo el Pueblo Santo de Dios, con el que compartimos el sagrado mandato del Señor de anunciar el Evangelio a todas las gentes”.
Del mismo modo, recordó a Rico Pavés que comienza una etapa, sobre todo, de servicio: “Servir es dar la vida, ser no solo para uno mismo, sino para los demás a partir de Dios y de cara a Dios”. “Querido José, nosotros, obispos y sacerdotes, somos el amor del Corazón de Jesús. Vivimos una cultura sin corazón, sin alma, sin Dios. Y un mundo sin Dios es un mundo desesperanzado y descorazonado. Nuestra misión es dar al mundo un corazón y ese corazón”, concluyó.
En su alocución, al final de la celebración, el nuevo obispo se dirigió a los asistentes y a toda la diócesis para presentarse “de una manera nueva”, pues, “al mostrarme como obispo, bien sabéis que estoy revestido de vuestro afecto”.
“Doy gracias a Dios por todos vosotros, que me demostráis a diario la belleza de vivir en la comunión de la Iglesia. Gracias a Dios por mis padres y mi familia, Iglesia de casa, donde he despertado a la fe y he crecido compartiendo la alegría de creer”, añadió.
En el nº 2.817 de Vida Nueva.
