EDITORIAL VIDA NUEVA | Cáritas acaba de presentar el VII Informe del Observatorio de la Realidad Social, correspondiente al año 2011. Y los datos no son halagüeños, porque siguen aumentando las personas que necesitan ayuda, aunque a menor ritmo. Sin embargo, lo más preocupante es que esta situación económica, lejos de ser coyuntural, se está convirtiendo en estructural.
Por ejemplo, constata Cáritas, no se recuperará la pérdida de avances sociales, como tampoco se frenarán los incrementos en las tasas de pobreza y desigualdad, o el aumento del desempleo y su cronificación.
Es hora, por tanto, de ofrecer alternativas para evitar que los efectos de la crisis que ahora sufrimos se conviertan en permanentes. Y en este sentido, la Iglesia tiene mucho que decir y aportar.
En el nº 2.816 de Vida Nueva. Del 22 al 28 de septiembre de 2012.
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