Soluciones a la crisis

Ginés García Beltrán, obispo de Guadix

Ginés García Beltrán, obispo de GuadixGINÉS GARCÍA BELTRÁN | Obispo de Guadix

“Es necesario aprovechar este momento para reformar la propia mentalidad. La solución, que la hay, está en todos…”.

¿Tiene solución esta crisis? Esta es la pregunta que a estas alturas se hacen muchos. Desde luego que la solución no vendrá por los reproches mutuos. Todos somos, de alguna manera, responsables de la situación que vivimos.

No sería poco el reconocer que lo importante no son los números, sino los hombres y mujeres que se ven afectados por una situación de pobreza insospechada hasta ahora en muchos casos. Los pobres son más pobres, e incluso aquellos que hasta ahora habían vivido con desahogo, ahora son parte de esas colas que esperan recibir los bienes esenciales para vivir, y no ya con dignidad, sino simplemente para vivir.

Es verdad que necesitamos hechos que muestren que algo está cambiando. Pero no es menos cierto que, en estos momentos, se hace necesaria también una palabra que invite a la esperanza. No podemos ni debemos callar. La consecuencia más trágica de esta crisis es la falta de esperanza colectiva a la que nos está abocando. No puedo olvidar las palabras de aquella chica que, a mi pregunta sobre lo que esperan los jóvenes del futuro, me contestó: “¿Pero hay que esperar algo?”.

Creo que no se trata de volver a vivir como hasta ahora, por encima de nuestras posibilidades; esto solo sería seguir viviendo en la mentira. Es necesario aprovechar este momento para reformar la propia mentalidad. La solución, que la hay, está en todos. Esta crisis puede ser un verdadero kairós, una crisis de crecimiento en humanidad. En este cambio de mentalidad son fundamentales la educación y la opinión pública.

Como nos recuerda el Concilio Vaticano II, “no hay nada verdaderamente humano que no tenga resonancia en su corazón”, en el de los discípulos de Cristo.

En el nº 2.815 de Vida Nueva.

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