José F. Robles Ortega: “La evangelización ha de ser nueva en su ardor y en sus métodos”

Cardenal de Guadalajara (México) y presidente delegado del Sínodo sobre la Nueva Evangelización

cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara (México), presidente delegado Sínodo Nueva Evangelización

FELIPE DE J. MONROY GONZÁLEZ | Nombrado como uno de los tres presidentes delegados de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, el arzobispo de Guadalajara (México), el cardenal José Francisco Robles Ortega, fue de los primeros miembros elegidos para el novísimo Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, creado en 2010 por Benedicto XVI, eje central del sínodo que, con el título de La Nueva Evangelización en la transmisión de la fe cristiana, se abre en Roma el próximo 7 de octubre, y cuyos frutos alimentarán el caminar de este flamante dicasterio.

– ¿Cuál es la importancia del Sínodo, dado el planteamiento que hace el Papa sobre la nueva evangelización?

– Tiene una importancia especial por el momento histórico que estamos viviendo, y porque es un tema que se deriva de las prioridades del Concilio Vaticano II y de la preocupación de los últimos pontífices, iniciada por Pablo VI, pero de manera especial por Juan Pablo II, y que Benedicto XVI ha sabido leer y acoger. Esto se nota en el Sumo Pontífice no solo por haber convocado el Sínodo, sino también por haber creado el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

“La evangelización es hacer que la Palabra
penetre en los oídos y el corazón
de los hombres, que haga surgir
el fruto precioso que es la fe”.

– Este Sínodo de Obispos y el Pontificio Consejo, ¿cómo se conectan y dan seguimiento al caminar de la Iglesia hacia nuevos horizontes?

– El proceso viene de lejos. Se desata con el Concilio Vaticano II, cuando la Iglesia retoma su más profundo ser y esencia, como comunidad de discípulos evangelizados y evangelizadores. Si recordamos, tras el Concilio se dieron pronto constituciones muy importantes: una, en particular, que tiene que ver con la Palabra, lo que significa para la vida de la Iglesia y en su misión.

Al abordar la Palabra, su autoridad, su poder, comprendemos cómo, para que conserve ese poder y eficacia, tiene que ser leída e interpretada por el magisterio, pero tomando en cuenta, al mismo tiempo, la tradición. De tal manera que este tema ha sido el motor con el que la Iglesia retoma la esencia de ser la comunidad evangelizada y evangelizadora, con la particularidad del Sínodo anterior, cuyo tema fue La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia.

Se reafirma más, se actualiza más el anhelo de la Iglesia de fincar este anhelo y propósito que tiene de asentar su ser y su misión en la transmisión de la Palabra. Al final, la evangelización es eso: hacer que la Palabra penetre en los oídos y el corazón de los hombres, que haga surgir el fruto precioso que es la fe, que brota de la escucha de la Palabra, el don más preciado que emerge de la Palabra. Cuando el Papa nos convoca a un sínodo de la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana, no puede prescindirse de la Palabra.cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara (México), presidente delegado Sínodo Nueva Evangelización

– El ‘Instrumentum laboris’ para este próximo Sínodo se refiere a la nueva evangelización como un “instrumento de intrepidez” y como medio de “un nuevo fervor misionero”. ¿Cómo hay que entender estos términos?

– Esto se hace eco de las características que Juan Pablo II colocaba a la nueva evangelización, nueva en su ardor, con un nuevo entusiasmo, con verdadera convicción, un ardor de quien está verdaderamente poseído del valor y la grandeza del Evangelio. De la misma forma, nueva en su expresión y nueva en sus métodos. Debemos entender que la Iglesia está haciendo el esfuerzo de que su único mensaje penetre en la inteligencia, en la percepción de la gente, de acuerdo al lenguaje que le es permitido manejar. Como señalamos, nueva en su expresión, en sus métodos, nueva en sus formas, y precisamente, la nueva evangelización está en esta línea de la búsqueda de métodos eficaces para evangelizar.

Nuevos espacios

– ¿Qué lenguajes vislumbra para hacer llegar este mensaje al hombre y a la mujer de hoy?

– Pienso, por ejemplo, en aquellos que requieren los medios de comunicación o las nuevas redes que la tecnología nos presenta. Si el objetivo de la nueva evangelización es hacerla nueva en su ardor, nueva en sus métodos, también hablamos de nueva en su expresión.

“Debemos analizar la postura de las personas
respecto de su interés en este mensaje evangelizador,
o saber por qué quizá no les interesa.
Después, tendremos que echar mano
de todas las posibilidades y estrategias”.

– ¿Cómo cuáles?

– Por supuesto, en los alejados, a quienes no han descubierto la belleza de la fe; en los medios de comunicación de masas; en la movilidad humana; y en los centros de toma de decisiones, es decir, aquellos en donde se está construyendo ciudadanía y participación.

– ¿Con qué métodos y estrategias quisiera que las propuestas de este Sínodo puedan descender y acendrarse en las comunidades?

– Creo que primero hay que analizar la situación en la que se encuentran las sociedades y respecto a la fe que guardan sus comunidades. Siento que debemos analizar la postura de las personas respecto de su interés en este mensaje evangelizador, o saber por qué quizá no les interesa. Después, tendremos que echar mano de todas las posibilidades de herramientas, estrategias y medios que faciliten más y ayuden a posesionar la Palabra en la mente y corazón de los hombres. Desde luego, no se podrá prescindir de los avances de la tecnología; tendremos que echar mano de ellos.

En el nº 2.815 de Vida Nueva. Entrevista con el cardenal Robles Ortega, íntegra solo para suscriptores

 

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